Tras las grandes tragedias espaciales lo primero que se investiga es si hubo fallos por parte de los astronautas o de sus responsables en el centro de mando. En el caso de Banco Popular, hay un absoluto consenso de que el fallo mecánico fue la comunicación. Pero hay dudas sobre quién fue el responsable: el ‘astronauta’ Saracho (como se definió en el sector al expresidente); la directora espacial: Elke König, la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), que comparece este lunes ante el Congreso de los Diputados; o ambos.
El papel de König fue tan determinante en la crisis del Popular que centra algunas denuncias, como la del bufete B. Cremades & Asociados. Se le acusa de crear "una espiral de caos" que precipitó la caída del banco español.
Para evaluar con amplitud a la presidenta de la JUR hay que tener en cuenta que cuando ella intervino -finales de mayo- el Popular era un cohete espacial sin control y con muchas posibilidades de estrellarse. Aun así, su papel era el de evitarlo. La duda está en si sus intervenciones ayudaron a reconducir la trayectoria del banco, o todo lo contrario.
La primera de las polémicas actuaciones tuvo lugar en una entrevista concedida a Bloomberg el 23 de mayo. En la misma -que tuvo lugar en un plató de la agencia- se ve como una König que domina el inglés, pero sin un nivel nativo, se enfrenta a distintos reporteros anglosajones. Primero respondiendo a preguntas sobre la italiana Monte dei Paschi. Hasta que conectan en directo con el corresponsal en Londres, que directamente aborda el problema del Popular.
Desde el entorno de König achacan a un problema de fluidez con el inglés las declaraciones que aceleraron la crisis del Popular
Es ahí cuando König pronuncia las polémicas palabras: "Bueno, nunca hablo sobre bancos en particular. Hay más entidades que una sola en nuestro radar, y por supuesto Popular es un caso que estamos viendo, pero no el único", señaló.
Fuentes del entorno de la reguladora alemana defienden que fue un problema en el uso del inglés, y donde dijo "hay más entidades que una sola en nuestro radar" y "Popular es una de ellas", quería decir "la JUR revisa a todas las entidades incluida Popular". Pero no fue así, y esas primeras palabras de König rompieron varios circuitos de la nave del Popular.
El remate llegó unos días después, con una filtración de la JUR a la agencia Reuters, que dejaba claro que si Emilio Saracho no encontraba un comprador para Popular, habría proceso de resolución. En lugar de desmentir categóricamente esta información, la JUR hizo un comunicado matizando que "vigila a todos los bancos"; "no comenta casos específicos" y que "nunca ha hecho advertencias sobre" planes en marcha". Es decir, que en lugar de desmentir el fondo de la noticia de Reuters (que unos días después se confirmó), rebatió la forma.
Esta nueva crisis provocó pánico en bolsa y que se fugaran 5.000 millones en depósitos en apenas tres días. El resultado de ello ya es conocido: Popular fue rescatada días después y vendida a Santander por un euro tras aplicar pérdidas a accionistas y bonistas.
La 'caja negra'
Para rizar más el rizo, König lleva meses negándose a entregar la caja negra del accidente (los informes internos de la JUR y el de Deloitte) a los afectados por el rescate. Aunque finalmente todo apunta a que se conocerá este mismo mes. La presidenta de la JUR afronta este lunes un primer examen por su actuación ante el Congreso. Y todo apunta a que no será el último.
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