En una sala de apenas 50 metros cuadrados comenzó este jueves a librarse una de las grandes batallas empresariales, entre Bankia e Iberdrola. Las dos entidades acudieron a los juzgados de la madrileña plaza de Cubos arropados por sus abogados, CMS en el caso de la eléctrica y Cuatrecasas por parte del banco.
El resultado del primer asalto fue de victoria por los puntos para la empresa presidida por Ignacio Sánchez Galán, que consiguió llevarse a su terreno las primeras declaraciones de testigos. Pero el plato fuerte llega este viernes, cuando el banco nacionalizado echará el resto durante el interrogatorio del principal testigo, el director financiero de Iberdrola, José Sainz Armada.
Inicialmente, la percepción en el juicio es que gana peso la tesis de Iberdrola de que no tuvo información adicional en la salida a Bolsa de 2011, sino que tomó la decisión con las mismas herramientas que los pequeños inversores. Así lo declararon su director de riesgos, Fernando Sánchez Barranco, y dos banqueros de inversión involucrados en la operación: Enrique Casanueva, de JPMorgan; y Javier Oficialdegui, de UBS y en Merrill Lynch durante 2011. Las preguntas del magistrado parecieron dar credibilidad a esta tesis.
Pero todavía queda por desplegarse la artillería pesada de Bankia. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri tratará de poner contra las cuerdas a Sainz de Armada con dos hechos. El primero, la presión que ejerció el Gobierno para que invirtiera en la salida a Bolsa, ya que si compraron acciones con esta motivación perderían peso los argumentos de la eléctrica.
Bankia ha destapado que Iberdrola compró más acciones del banco en febrero de 2012, seis meses después de la OPS y cuando había serias dudas sobre el futuro del banco
De hecho, en la primera sesión, ya quedó patente que Iberdrola invirtió más por un sentido de Estado que por motivos macroeconómicos, como dijeron tanto Casanueva como Oficialdegui. Aun así, el director de riesgos justificó que creían que Bankia era una buena inversión, “atractiva”, y con la que esperaban ganar dinero gracias a los dividendos.
Y como segunda punta de lanza, el banco pondrá sobre la mesa que Iberdrola compró títulos suyos en febrero de 2012, medio año después de la salida a Bolsa, un dato que hasta ahora se desconocía. En opinión de la entidad financiera, prueba que la eléctrica no tuvo en cuenta los riesgos de la inversión a la hora de comprar ‘bankias’. Así, en febrero de 2012 ya se había aprobado el primer decreto Guindos, que destapó parte del agujero inmobiliario del grupo.
Temas en el aire
Otros dos puntos por aclarar son por qué la eléctrica cubrió su inversión en Bankia con un derivado, que contrató con JPMorgan; y por qué deshizo parte de su apuesta de 70 millones si confiaba en que Bankia era una buena inversión. El director de riesgos prefirió no entrar este jueves en estas cuestiones, y será Sainz Armada quien lo haga.
Tras la declaración del director financiero, testificarán los peritos de Bankia, Leandro Cañibano y Rubén Manso, y cada parte expondrá sus conclusiones. En el caso del banco, lo hará Jorge Capell, de Cuatrecasas. Y a la eléctrica le representa Cristina Coto, socia de Cuatrecasas, a la que acompaña César Albiñana.
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