Uno de los caballos de batalla de la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina, que construye el consorcio español Al-Shoula, puede volverse en contra del cliente, el Gobierno de Arabia Saudí. Se trata de los retrasos en las obras, que llegaron incluso a ser una amenaza para la supervivencia del contrato de más de 6.000 millones de euros logrado por el grupo de empresas. Ahora, el motivo de un nuevo incumplimiento de plazos podría darse por una circunstancia no atribuible al consorcio y que los saudíes han silenciado hasta el momento.
Una serie de inundaciones llevan días anegando uno de los túneles que flanquean la línea, en concreto situado cerca de la ciudad de Jeddah, a pocos kilómetros de La Meca. La infraestructura se encuentra en uno de los tramos que aún están menos avanzados en el recorrido.
Según fuentes conocedoras de la situación, las inundaciones llevan produciéndose durante varias semanas en las que los trabajos podrían haber sufrido ya sus primeros retrasos debido a esta circunstancia que ha sido cuidadosamente ocultada por las autoridades saudíes. Al parecer, la inundación que ha afectado al túnel es novedosa pero no sucede lo mismo con las circunstancias meteorológicas de Jeddah, habituada a sufrir este tipo de inclemencias debido a un deficiente sistema de alcantarillado.
Además, las citadas fuentes aseguran que dichas autoridades llevan semanas tratando de averiguar el origen de las inundaciones sin que, hasta la fecha, hayan dado con el origen ni tampoco con la solución. Incluso, se baraja la posibilidad de que se deba a los efectos de haber secado de forma artificial un antiguo lago que se encontraba en los alrededores de la zona.
El estado de las obras
Por su parte, fuentes del consorcio señalaron a Vozpópuli que eran conocedoras de la información por un comentario aparecido en un diario local pero que, por el momento, no tenían constancia oficial de cómo estaba la situación en esta zona de las obras. Asimismo, se reafirmaron en la buena marcha de los trabajos y el cumplimiento de los plazos, aunque dijeron desconocer si esta circunstancia influiría en el desarrollo de la obra.
Precisamente, el artículo publicado en la prensa local asegura que los retrasos por causa de la inundación ya se están produciendo y ratifica que la Administración local no terminan de encontrar el origen del problema.
Hace unos días, el presidente de la Organización Saudí de Ferrocarriles (SRO, por sus siglas en inglés) realizó una visita a España en la que se reunión con Rafael Catalá, por entonces aun ministro de Fomento en funciones, y representantes del consorcio, con el fin de tratar de allanar el camino para resolver los conflictos que dirimen ambas partes, especialmente en lo que se refiere a los plazos para entregar la obra y los sobrecostes en los que se ha incurrido, superiores a los 1.000 millones de euros, que el Gobierno saudí no está dispuesto a asumir.
La visita de Felipe VI
Las inundaciones del túnel de Jeddah abren un nuevo escenario en los tiras y aflojas entre el consorcio y el cliente. Según ha podido saber este diario, el grupo de empresas que forman Renfe, Adif, Ineco, Talgo, Cobra, OHL, Copasa, Imathia, Dimetronics y Consultrans, entre otras, podría reclamar al Gobierno saudí una serie de garantías que le aseguraran que las inundaciones no van a volver a repetirse, puesto que podrían no sólo alterar el ritmo de las obras en la actualidad sino también la operativa de la línea en el futuro, si una vez terminados los trabajos se vuelven a producir.
En este sentido, cabe recordar que el contrato que se adjudicó el consorcio Al-Shoula incluye la operación de la línea durante 12 años a partir de la entrega de la obra.
El próximo fin de semana, su majestad el Rey Felipe VI realizará un viaje oficial de Arabia Saudí, en el que podría tratarse el asunto del AVE a La Meca, aunque fuentes diplomáticas apuntan a que el objetivo es afianzar las buenas relaciones existentes entre ambas casas reales.
En cualquier caso, tras la visita del presidente de la SRO (a la que no acudió el ministro de Transportes por no tener España aún un Gobierno en firme) quedó abierta la posibilidad de que se produjera una especie de segunda parte del partido, ya con el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, para terminar de encauzar un acuerdo definitivo. Por entonces, las inundaciones podrían formar parte del tablero de juego en esta complicada partida.
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