Indes Technics & Solutions, empresa de servicios de grupos industriales, ha presentado recientemente solicitud de declaración de concurso necesario de Abener, filial de Abengoa, en el juzgado mercantil de Sevilla. La empresa instante del concurso reclama una deuda de 1,5 millones por unas obras no pagadas realizadas en Polonia. Indes relata en su solicitud de concurso, sobre cuya admisión a trámite todavía no se ha pronunciado el juzgado, cómo la empresa sevillana fue prometiendo durante las negociaciones los pagos acordados incumpliendo reiteradamente sus promesas.
La petición de concurso contra Abener por parte de Indes supone un paso más en la rebelión de los proveedores de Abengoa contra las propuestas de pago que ha ido haciendo el grupo o sus filiales. La compañía sevillana negocia desde hace dos años acuerdos de pago de deuda con las empresas proveedoras, en un proceso paralelo pero con distintas condiciones del que ha seguido con sus acreedores financieros. Mientras que con bonistas, bancos y fondos de inversión el grupo energético alcanzó un acuerdo global de refinanciación el pasado año, con las empresas proveedoras –industriales, de servicio, de transporte…- Abengoa ha ido negociando prácticamente caso por caso.
Abener fue retrasando los pagos debidos a Indes bajo la promesa de que reduciría la quita acordada
En esas negociaciones, los acreedores no financieros de Abengoa tienen como último recurso la posibilidad de instar el concurso de la empresa deudora ante impagos. Pero ello supone admitir que la cantidad recuperada, si acaso, será mínima, e iniciar un farragoso proceso judicial, en el que la empresa instante del concurso debe demostrar la insolvencia de la demandada y en el que se arriesga a ser condenada al pago de las costas del proceso en el caso de que no se declare el concurso instado. Expertos en materia concursal consultados advierten que demostrar la insolvencia de Abener supondría mostrar que la empresa no paga a sus empleados, a Hacienda y a la Seguridad Social, y que lo habitual en estos casos es acudir a la vía civil para denunciar los impagos.
La declaración de concurso necesario otorga a la empresa instante el privilegio de ser uno de los primeros acreedores en cobrar, mientras que los administradores de la concursada son apartados de sus puestos y afrontan la posibilidad de que, en el caso de que además el concurso sea declarado culpable, se les prohíba administrar sociedades durante un periodo de tiempo determinado y sean sancionados económicamente.
Indes Technics & Solutions cuenta en su solicitud de concurso presentada en los juzgados de Sevilla que fue contratada por Abener en el año 2015 para un proyecto de una central eléctrica de ciclo combinado en Stalowa Wola, Polonia, por 2,47 millones de euros. Abener fue expulsada del proyecto por el Gobierno polaco a finales de 2015, dejando pendiente el pago de 1,5 millones de euros a Indes.
El juez del preconcurso de Abengoa puso en duda la viabilidad de las filiales del grupo
De acuerdo al relato de Indes, en mayo de 2016 Abener propuso el pago de la cantidad debida con una quita del 20%, a 1,2 millones; el importe se entregaría entre septiembre de 2016 y septiembre de 2017. Indes firmó ese acuerdo.
En agosto de 2016, pocos días antes de que Abener tuviera que proceder al primer pago acordado, Joaquín Fernández de Píerola, entonces consejero delegado de Abengoa, comunicó a Indes que no podría pagar en la fecha prevista y ofreció un nuevo acuerdo. Este contemplaba un ligero retraso en el inicio de los pagos pero reducía la quita del 20% al 15%.
Llegado el mes de noviembre de 2016, Abener volvió a contactar con Indes para ofrecer un nuevo acuerdo ante la imposibilidad de efectuar el primer pago debido. Abener ofreció retrasar el primer pago al mes de diciembre, comprometiéndose esta vez a devolver el 100% de la deuda, sin quita. Indes firmó de nuevo el acuerdo propuesto, pero llegó diciembre y Abener no pagó nada. Y así hasta hoy, según la solicitud de concurso presentada por Indes contra la filial de Abengoa.
La filial de Abengoa llegó a emplear a más de 1.400 personas con un volumen de negocio entre los 500 y 800 millones de euros. Abener, especializada en soluciones tecnológicas para el sector energético, estaba presente en España, Polonia, México, Estados Unidos y Chile, y disponía de una red de ingenierías propia.
El juez puso en duda la viabilidad de las filiales
El Juzgado mercantil de Sevilla número dos será el que previsiblemente decida la admisión o no a trámite de la demanda de concurso contra Abener. Se trata del mismo juzgado que ha gestionado el preconcurso de Abengoa, presentado en noviembre de 2015, y el que ha estado a cargo de las demandas de impugnación presentadas contra el acuerdo de refinanciación de la compañía.
En la sentencia del pasado mes de octubre en la que el juez Pedro Márquez estimó las impugnaciones contra ese acuerdo de refinanciación, el magistrado escribía que existe la posibilidad de que Abengoa mantenga la actividad, pero no decía lo mismo sobre las filiales del grupo sevillano.
El magistrado concluía en la sentencia que existe probabilidad suficiente de que Abengoa continúe su actividad como consecuencia de la implantación del plan de viabilidad aportado, pero que dicha probabilidad no puede predicarse respecto de las sociedades individuales distintas de la matriz.
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