Colombia se fija en la empresa española CO2 Revolution para instaurar su modelo de reforestación en Latinoamérica. Después de cinco años de trayectoria, CO2 Revolution, pionera en la regeneración verde de bosques con un método “revolucionario” a nivel mundial, que combina Big Data, drones y semillas inteligentes con medios tradicionales, inicia ahora su proceso de internacionalización en Latinoamérica.
Hasta la fecha, la empresa española había circunscrito su ámbito de actuación en España, Portugal y Francia. Ahora, la compañía ha iniciado un plan de siembra y monitoreo de 5.000 árboles para la Reserva Natural Refugio de las Aves en Choachí, en el Páramo de Sumapaz, el más grande del mundo. Este proyecto ha comenzado con la primera jornada de siembra con la Fundación Bauen Project, una Organización Sin Ánimo de Lucro cuyo propósito es promover la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
CO2 Revolution acaba de preparar el terreno de 22 hectáreas con labores de limpieza y demarcación del área de siembra, así como de los senderos peatonales para su acceso. Todo ello para llevar a cabo un plan de reforestación y mantenimiento de las plántulas durante 15 años con vocación exclusiva para la conservación de las mismas.
Hasta la fecha, la empresa española había circunscrito su ámbito de actuación en España, Portugal y Francia. Ahora, con este salto a Latinoamérica se inicia el proceso de expansión e internacionalización de CO2 Revolution
Con este salto a Latinoamérica se inicia el proceso de expansión e internacionalización de CO2 Revolution, que prevé un crecimiento notable durante este año. Según su presidente, Juan Carlos Sesma, “planeamos realizar cinco proyectos de reforestación en Latinoamérica, y pronosticamos un robustecimiento en el mercado de bonos de carbono para alcanzar alrededor de 270.000 toneladas de CO2 disponibles para acciones de compensación”.
Se trata de una medida ‘made in Spain’ para la lucha contra el cambio climático y protección de la biodiversidad de uno de los pulmones verdes más importantes a nivel mundial. De este modo, el proyecto que nació en 2015 con una plantación entre el fraile Enrique Carrasco y el propio Juan Carlos Sesma en la huerta del Monasterio de la Oliva, Navarra, experimentará un desarrollo geográfico difundiendo su misión de combatir el cambio climático a nivel global.
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