El área corporativa del Real Madrid se relame ante un nuevo hito en la gestión de Florentino Pérez. En Concha Espina se trabaja a destajo para erigirse en la primera institución en la historia del balompié a nivel mundial en superar la barrera de los 1.000 millones de euros en ingresos ordinarios. A falta del cierre del actual ejercicio, la expectativa es que la facturación supere con creces los más de 900 millones de euros presupuestados hasta junio al calor de los extraordinarios resultados deportivos, como el título de Liga y la final de la Champions League.
El grueso del impacto en el negocio de la reforma del Santiago Bernabéu se espera para la temporada 2024/2025, dentro de la que se planea celebrar más de un evento cada dos días a lo largo del año. Para el nuevo curso, el presupuesto que se baraja en el Madrid ronda los 1.050 millones de euros ordinarios dentro de una horquilla que incluso supera los 1.100 millones, a falta de los parkings subterráneos cuestionados por plataformas vecinales, que el club espera poder poner en carga en la 25/26.
Así las cosas, la Ejecutiva merengue está presupuestando ingresar la próxima temporada entre 200 y 300 millones de euros más que en la campaña pasada, la 2022/2023, y entre 400 y 500 millones más que en la 2020/2021, sin contar una hipotética Superliga. Unos números que parecen así casi cerrar el círculo del plan estratégico para el Real Madrid que Florentino Pérez se trazó al inicio de su actual mandato, allá por 2021.
Como publicó entonces Vozpópuli, la gestión merengue se fijó el objetivo de duplicar el valor de la institución para 2025, y lo cierto es que el club ya se ve en condiciones de pasar de los 653 millones en ingresos de la 20/21 a 1.050 millones al menos en la 24/25...si no más. El plan de negocio contempla un valor para el club de alrededor de 8.000 millones el próximo año, por los 3.000/4.000 millones que cotizaba en 2021.
Florentino apunta a duplicar los ingresos…con el desafío de la caja, ¿y una venta?
Si bien la facturación no es siempre sinónimo de valor, a efectos de la valoración de una entidad de la naturaleza como el Madrid es más que relevante, añaden fuentes financieras. Más aún, si se atiende al proyecto de la directiva para la próxima Asamblea de reformar los estatutos para que cada socio pueda eventualmente convertirse en propietario de un acción.
El otro desafío yace en la evolución del ebitda, esto es, el beneficio bruto de explotación, que llegó a bajar la temporada pasada a raíz de los importantes gastos estructurales y la inversión que se está acometiendo en torno al Bernabéu. A 31 de diciembre de 2023, el Madrid tenía un saldo en tesorería de 190,7 millones de euros -esto es, 60 millones menos que el verano anterior-, de los que 156 millones correspondían a la cuenta de la tesorería del estadio.
El retiro del alemán Toni Kroos o la rebaja salarial que se le ha planteado al croata Luka Modric revisten así un oxígeno que, aunque doloroso en lo deportivo, tendrá sentido económico a la hora de aliviar el impacto que seguirán teniendo las obras en el estadio -de unos 60 millones anuales para la devolución de la deuda- o el financiero a priori de la llegada de una estrella como el francés Kylian Mbappé, además de los bonus para la plantilla si se consigue la Champions.
En los últimos días, se han sucedido trascendidos que han llegado a Vozpópuli que apuntan a la operación de venta de un referente del primer equipo, aunque, huelga decirlo, esta no sería imperativa al menos a efectos del control económico de LaLiga incluso después de contabilizarse el salario de Mbappé.
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