Una nueva rebelión se cierne sobre las eléctricas. No hablamos de las andanadas lanzadas por Podemos contra los altos precios de la luz, el oligopolio del sector y su connivencia con los gobiernos de turno, sino de una iniciativa que, si alcanza el éxito, dañará gravemente los ingresos de las compañías.
Se trata de 'Corta los cables', una campaña impulsada por la Fundación Desarrollo Sostenible que promueve la insumisión de los ciudadanos ante el yugo del recibo de la luz con la 'independización' de los hogares y pequeñas empresas del sistema eléctrico. El objetivo es convertir a cada familia en un productor de electricidad desde sus casas, oficinas, granjas, talleres…, rompiendo la relación contractual con las compañías eléctricas.
Es un nuevo concepto de autoconsumo, desligado totalmente de la red eléctrica, en el que el cliente genera y acumula con placas solares toda la energía que necesita durante todo el año, sin necesidad de contar con la red tradicional ni pagar el recibo.
"El sistema de autosuficiencia eléctrica permanente (AOSS en sus siglas en inglés) supone un gran avance en la tecnología de autoabastecimiento eléctrico, permitiendo que cualquier vivienda pueda desconectarse de la red eléctrica y tener una red propia que le permita disponer de la energía necesaria en cada momento para su consumo propio. El sistema se compone de diversos dispositivos de generación eléctrica, establecimiento de red interna, inyección directa a la red eléctrica domestica y acumulación. Todo ello equipado con mecanismos automatizados que permiten un confort y un servicio equivalente al de la red eléctrica convencional".
Este tipo de autoconsumo sortea las trabas impuestas por el Gobierno, dado que supone una ruptura contractual con la compañía y se produce al margen del sistema eléctrico tradicional
Así de claro y meridiano arranca el manifiesto con el que la Fundación trata de captar adeptos a la nueva causa por toda España. En sólo cinco meses, más de 130.000 personas se han interesado por el proyecto, que al estilo de los movimientos sociales que ahora remueven a muchos españoles de sus sofás se ha ido extendiendo no sólo vía internet, sino también mediante charlas presenciales por diferentes provincias.
El corte de cables que promueven no sólo es simbólico, es también real y legal, sorteando las trabajas que está imponiendo el Gobierno al desarrollo del autoconsumo en hogares y empresas con vertido a la red de energía sobrante. El autoconumo independiente nace como alternativa al poder del oligopolio eléctrico e intenta traer a las ciudades un fenómeno que comenzó a desarrollarse en entornos rurales hace ya muchos años.
Aquellas casas de campo, granjas, explotaciones agropecuarias y otro tipo de instalaciones que estaban aisladas y no podían conectarse a la red eléctrica tradicional conseguían la electricidad autoproduciéndola con placas solares. No pagaban recibo alguno y todo su electricidad era renovable, sin recibos, sin trabas legales, pero con grandes limitaciones técnicas. Sin embargo, los nuevos sistemas AOSS permiten que "cualquier usuario de electricidad que disponga de una superficie soleada suficiente, aproximadamente de siete metros cuadrados por cada KW de potencia contratada en la actualidad y que tenga un espacio en la vivienda de 4 metros cuadrados para instalar el sistema de acumulación, el de energía auxiliar y los sistemas de inyección y control", pueda ser completamente independiente del sistema.
Es completamente legal, técnicamente viable y cien por cien renovable, con costes por instalación amortizables en ocho años, con importantes ahorros sobre el recibo tradicional
"Con el Sistema AOSS, tienes la posibilidad de ser el dueño, el propietario de tu energía. Te permite darte de baja de la compañía eléctrica y depender exclusivamente de ti. Sin más recibos a fin de mes, sin amenazas, sin subidas inesperadas, sin miedo a encender la luz. Con la tranquilidad de depender exclusivamente de tu esfuerzo, de tu gestión energética y con el respaldo y la garantía de una empresa acreditada y comprometida mediante contrato con el usuario y con la Fundación Desarrollo Sostenible", señala esta institución en su web. El coste de las instalaciones puede oscilar entre los 12.500 euros para una de 3 kilovatios (genera 6.000 Kw/h anuales) a los casi 24.000 euros de una de 7 kilovatios (genera 12.000 Kw/h anuales), de forma que la inversión podría amortizarse en un periodo de 8 años. Eso sí, todo dependerá de las necesidades y perfiles de cada consumidor, así como de la ubicación e insolación de la vivienda o industria a equipar.
Antes se hacía en casas de campo y granjas, pero ahora se puede instalar en las viviendas y pequeñas empresas en ciudad si se dispone de espacio suficiente para colocar las placas solares necesarias
"Los precios hay que adaptarlos en cada instalación a las necesidades energéticas de cada vivienda de forma que no hay dos presupuestos iguales. Dos viviendas que posean consumos anuales similares pueden tener un presupuesto de la instalación muy dispar, hasta el punto que uno sea mucho mayor en uno que el otro. Esto se puede deber, por ejemplo, a que el hábito de la vivienda sea conectar muchos aparatos eléctricos a la misma vez y la otra lo hace repartido a lo largo del día, por lo que la primera necesita una mayor potencia instalada que la segunda", señalan a modo explicativo los promotores de Corta los cables. Lo que es completamente gratis es la materia prima, el sol. La energía fotovoltaica, además, es cien por cien renovable y no contaminante. La autosuficiencia energética es completamente legal y las instalaciones, desde el punto de vista fiscal, se acogen a la normativa actual del pago de IVA de las facturas.
También se requieren las licencias que, en su caso, determinen los ayuntamientos. Si la iniciativa prospera en pueblos y urbanizaciones, se podrían llegar a crear redes AOSS para compartir la energía generada sobrante entre las instalaciones interconectadas. "Esta modalidad permitiría que el sistema auxiliar fuera común a todos los vecinos interconectados y , por lo tanto, más económico. También tendría la ventaja de complementar la disponibilidad de energía, sumando la acumulación disponible", señalan.
¿Y si se vive en un piso de un edificio, es posible instalar un sistema de autoconsumo? Sí se puede, "siempre que el titular de la instalación disponga de la superficie necesaria de captación solar, tanto en cubierta como en fachada sur, y cuente con la autorización necesaria de la comunidad de propietarios. En este caso lo ideal sería que todo el edificio se interconectara o que lo hicieran los vecinos del mismo que deseen poner su instalación", concluyen la plataforma. Ya hay decenas de empresas especializadas en el desarrollo de proyectos solares que han sido acreditadas como "empresas instaladoras" para poder ser contratadas por los interesados.
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