Banco de Valencia cerrará el 90% de las cerca de 360 oficinas que forman actualmente su red de sucursales, hasta quedarse con 35. Es una de las condiciones impuestas por Bruselas par a la venta de la entidad nacionalizada a CaixaBank. Anteriormente, ya cerró 67 oficinas, la mayor parte en Cataluña, La Rioja, Aragón, Andalucía y Baleares y unas pocas en la Comunidad Valenciana.
Según la agencia Europa Press, que cita fuentes sindicales, esta decisión es "otra de las exigencias" de la Comisión Europea incluidas en el "documento confidencial" relativo a esta operación, que también exigía reducir a la mitad los 1.613 empleos actuales. Los sindicatos han conocido estos datos a partir de la recepción de la documentación relativa al ERE, que afectará a un máximo de 890 empleados.
La entidad ya realizó el pasado año en ERE que afectó a 360 empleados, "la mayoría prejubilaciones a partir de 58 años y medio y el resto, bajas incentivadas". Tras esta primera reestructuración, esta misma semana se han conocido los "51 forzosos" restantes, despidos que han recaído en "gente que no se lo esperaba".
Banco de Valencia comunicó este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el ERE pactado con los sindicatos, dentro de la reestructuración que se acometerá de forma "ordenada, planificada y consensuada" con los representantes de la plantilla.
Esta "racionalización" de la estructura del banco se lleva a cabo como consecuencia del plan aprobado tanto por Bruselas como por el Banco de España, por el que Banco de Valencia ha recibido 4.500 millones en ayudas procedentes de la línea de crédito de la UE. A finales de noviembre, el FROB adjudicó esta entidad a CaixaBank por un euro, tras un desembolso por parte del organismo dependiente del Banco de España de 4.500 millones mediante un aumento de capital.
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