El presidente de Repsol, Antonio Brufau, cobró el año pasado un total de 7 millones de euros. De este importe, 2.368.000 euros corresponden a retribución fija; 1.942.000, a retribución variable; y los 2.772.000 restantes, a una gratificación extraordinaria por los resultados.
Esta última cantidad, derivada de la entrada de la china Sinopec en la filial de Repsol en Brasil, llevó a la petrolera a tripilicar sus ganancias en 2010 e hizo que Brufau cobrara un 78% más que en 2010, cuando recibió 3,93 millones de euros (2,31 en retribución fija y 1,62 en variable).
Según la información facilitada por la compañía en el informe anual de gobierno corporativo, a estas cantidades se suman, en ambos ejercicios, unos 2,7 millones por pólizas de seguros, aportaciones a planes de pensiones y premios de permanencia.
En suma, el Consejo de Repsol -ejecutivos, dominicales e independientes- recibió 16,3 millones de euros de retribución de 2011 frente a los 11 millones de hace un año.
En cuanto a la remuneración de la alta dirección de la petrolera, formada por 10 ejecutivos, fue de 18 millones de euros, un 44% más que los 12,5 millones de 2010, cuando 9 directivos formaban este grupo.
La petrolera ha presentado este miércoles sus resultados de 2011, cuando logró un beneficio neto de 2.193 millones de euros, el 53,3% menos que el año anterior, debido a la menor producción por el conflicto de Libia y a que en 2010 triplicó sus ganancias tras dar entrada en su filial de Brasil a la china Sinopec.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación