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Kirchner garantiza a Repsol que cómo mínimo cobrará los 5.000 millones prometidos

El Gobierno argentino ha dado garantías suficientes a Repsol para compensar el descuento con el que cotizan los bonos del país en los mercados. Así, si la petrolera hace líquidos estos bonos podrá cobrar hasta los 5.000 millones de dólares comprometidos.

El Consejo de Administración de Repsol ha aprobado hoy el acuerdo definitivo de compensación por la expropiación de YPF, con lo que se cierran las negociaciones para fijar el pago por la nacionalización en 2012 del 51 % de las acciones de la entonces filial, todas ellas de la empresa española.

El acuerdo sellado, que todavía precisa del aval de la Junta General de Accionistas de la petrolera y del Congreso argentino, establece una serie de mecanismos para garantizar que la compensación de 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) en deuda argentina fijada en noviembre de 2013 se haga efectiva,, informa EFE.

Asimismo, prevé la retirada de todos los litigios judiciales pendientes, incluido el arbitraje en el Banco Mundial, y la renuncia a futuras reclamaciones.

En virtud de este acuerdo, Argentina reconoce una deuda con Repsol de 5.000 millones de dólares que no quedará saldada hasta que la petrolera española no cobre este importe en efectivo.

Para ello, Argentina emitirá y entregará a Repsol títulos de deuda soberana por un importe mínimo a precios de mercado de 4.670 millones, independientemente de su valor nominal, que este podrá vender anticipadamente o conservar hasta su vencimiento.

En principio, Argentina emitirá 5.000 millones de dólares nominales, aunque este importe podría ampliarse en hasta 1.000 millones adicionales si la cartera inicial no alcanza a precios de mercado los 4.670 millones mínimos establecidos.

Si finalmente decide conservar los títulos, Repsol tendrá derecho a recibir los correspondientes intereses, que no se descontarán de la deuda y que podrían ascender a entre 400 y 500 millones anuales.

Repsol tendrá especialmente garantizado el cobro de la compensación, ya que al contar con el aval del Congreso argentino, podrá reclamar la deuda pendiente ante arbitraje internacional si se produce un solo impago.

De la misma manera, la petrolera española no podrá recibir más de 5.000 millones en ningún caso, ya que si supera este importe mediante la venta o el vencimiento de los títulos, la deuda pendiente desaparecerá e incluso podría tener que devolver el exceso a Argentina.

En abril de 2012, el Gobierno argentino nacionalizó el 51 % de las acciones de YPF, todas ellas de Repsol, y durante más de un año no se produjo ningún contacto entre ambas partes.

En junio de 2013, el Consejo de la petrolera estudió la primera propuesta formal de compensación, llegada de la mano de Pemex, que pasaba por la creación de una sociedad conjunta para explotar el 6 % del yacimiento de Vaca Muerta y que fue rechazada.

En noviembre de 2013, un año y medio después de la expropiación, se selló un principio de acuerdo impulsado por los gobiernos español, mexicano y argentino que consistiría en una compensación de 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros) en deuda argentina.

Aunque la cantidad está muy por debajo de los 10.500 millones de dólares inicialmente reclamados por Repsol, el acuerdo estaría dentro de los límites fijados por la petrolera y, sobre todo, cumpliría con el requisito de tener liquidez.

En línea con este acercamiento, la pasada semana Repsol anunció que realizaría una provisión con cargo a los resultados de 2013 -que la petrolera presenta mañana- de 1.279 millones de euros, derivada de la adaptación de la valoración de las acciones expropiadas de YPF al importe fijado en el acuerdo.

El jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, ha señalado hoy que el acuerdo supone un salto "cualitativo" para "garantizar y agilizar" potenciales asociaciones con otras empresas en el país.

Por su parte, los analistas del Banco Sabadell defendían hoy por la mañana que las acciones de Repsol ya contaban con no recibir ninguna compensación, por lo que "cualquier avance, aunque limitado, debería tener un impacto positivo" en la cotización e incluso suponer "un dividendo extraordinario"

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