La inmobiliaria Reyal Urbis, que se declaró en concurso de acreedores hace casi un mes, respondió el viernes a un requerimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que el organismo supervisor le solicitaba más información acerca de su situación actual. La compañía que preside Rafael Santamaría arrojó algo de luz pero también sembró confusión, en especial en lo referido al valor de sus activos.
En su respuesta, la compañía desglosó por categorías los activos que se encuentran en su balance, de acuerdo con la valoración realizada por Jones Lang Lasalle y señaló que sus activos inmobiliarios ascienden a 2.621 millones de euros.
Una cifra que difiere de la que se contenía en los resultados anuales de 2012 (presentados a finales de febrero) sobre ese mismo capítulo: activos de carácter inmobiliario. Entonces, la cantidad facilitada por Reyal fue de 2.852 millones de euros, cerca de un 9% más.
Después de presentar el concurso de acreedores, el valor de los activos de la compañía resulta un dato fundamental para determinar el plan que la empresa presentará a sus acreedores con el objetivo de tratar de acordar un convenio y superar de esta forma el concurso lo antes posible.
Más bailes de números
Sin embargo, éste no ha sido el único baile de cifras que se ha dado en Reyal Urbis en los últimos tiempos. Así, en la presentación de estados financieros correspondientes al pasado ejercicio, la compañía señala que el valor de terrenos, promociones en curso e inmuebles finalizados del grupo asciende a 2.371 millones de euros y asegura que la cifra correspondiente al ejercicio 2011 se situó en 3.458 millones de euros.
En cambio, el documento que Reyal Urbis remitió a la CNMV referido al año 2011 señala que el valor de los terrenos, promociones en curso e inmuebles finalizados de ese año era de 3.024 millones de euros, es decir, un 12,5% menos.
De acuerdo con la respuesta presentada ante la CNMV, Reyal Urbis trabaja en la elaboración de una propuesta de pago de su deuda de 4.345 millones de euros a sus acreedores, entre los que figuran el 'banco malo', Hacienda y el ICO.
La viabilidad, asegurada
La compañía indica que ahora está en "proceso de definición" de los términos de la propuesta de convenio que prevé presentar a sus acreedores "conforme a los términos y plazos previstos en la normativa concursal".
La inmobiliaria confía en su viabilidad futura y considera que puede afrontar la situación, pese a que su pasivo (4.345,43 millones de euros) es superior a su activo (2.720 millones de euros) y a que, según indica, tiene la "práctica totalidad" de sus activos inmobiliarios hipotecados en garantías de préstamos con garantía real, del crédito sindicato y de la deuda con Hacienda.
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