Los retrasos sufridos por la ampliación del Canal de Panamá traerán problemas al consorcio GUPC incluso si finalmente termina por romperse el contrato con la Autoridad del Canal (ACP). Su primer ejecutivo, Jorge Quijano, ha advertido al grupo de empresas que lidera Sacyr de que les reclamará una compensación por estos retrasos en el caso de que no haya finalmente acuerdo entre las partes y la relación con la autoridad canalera quede rota.
La ACP estima que los contratiempos que han llevado a retrasar algo más de un año la fecha para la entrega de la principal obra de ampliación del Canal, la construcción del tercer juego de esclusas, provocarán a la entidad pérdidas valoradas en cerca de 300 millones de dólares. Una cantidad que será exigida a GUPC si finalmente el consorcio no acaba la obra.
“Trataremos de recuperar cada dólar, iremos tras ellos donde sea, donde estén, para buscar ese dinero que es de los panameños”, apuntó Quijano en el transcurso de un acto con autoridades locales en el que avanzó las estimaciones de pérdidas que supondrá el retraso de la obra.
Con la advertencia sobre las reclamaciones hecha por Quijano, la autoridad canalera prosigue preparando el tan manido plan B del que lleva hablando desde el inicio de la crisis de la ampliación, el que pasa por rescindir el contrato con el consorcio de Sacyr y activar una alternativa para concluir por su cuenta el nuevo Canal.
Revisión de fechas
Inicialmente prevista para octubre de 2014 (justo cuando se cumple el centenario del paso del vapor Ancón, el primer barco que atravesó el Canal de Panamá), la fecha de la entrega de la obra de ampliación sufrió una corrección toda vez que GUPC acumuló seis meses de retraso en busca de la mezcla ideal de cemento para la confección de las esclusas (uno de los aspectos que ha sido reclamado a las instancias de arbitraje internacional). El cronograma se revisó hasta situar la finalización de la obra en junio de 2015.
No obstante, la fecha ha vuelto a ser corregida porque la crisis de liquidez que padece la obra ha hecho que GUPC ralentizara el ritmo de los trabajos durante los últimos meses e incluso detuviera la obra durante quince días a comienzos de febrero debido a que la ACP bloqueó el dinero correspondiente a las certificaciones de obra de diciembre, con lo que el consorcio no pudo pagar los salarios.
Según anuncio Quijano en la Asamblea de Panamá, la nueva fecha prevista para la finalización de la ampliación se sitúa a finales de 2015. En esa misma comparecencia, Quijano habló de un lucro cesante de 95 millones de dólares para la ACP a consecuencia de estos contratiempos.
Últimos días para negociar
El pasado jueves se reanudaron los trabajos en el nuevo Canal de Panamá con el compromiso por ambas partes de poder llegar a un acuerdo definitivo para asegurar la conclusión de la ampliación. Los contactos han continuado durante el fin de semana y se espera una resolución en breve, toda vez que el dinero de los certificados de obra de diciembre liberado por la ACP apenas conceden autonomía para cinco días de trabajos a tope de capacidad.
De no llegar hasta entonces a un acuerdo las obras volverían a detenerse, lo que generaría una situación complicada para GUPC.
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