Sacyr continúa manteniendo en su cartera una participación del 15,5% en la concesionaria de infraestructuras Itínere, que llegó a controlar en su totalidad y que tuvo que vender a finales de 2008. El grupo constructor ha querido desde entonces poner en el mercado este paquete de acciones aunque, por el momento, sus intentos han sido en vano. El hecho de que no haya aparecido un comprador hace que Sacyr mantenga un activo que se deteriora por los efectos de la crisis y para el que ha tenido que realizar un deterioro de aproximadamente 120 millones de euros.
Así, Itínere, controlada mayoritariamente por fondos de infraestructuras de Citigroup, ha llevado a cabo un test de deterioro que ha arrojado como resultado la existencia de factores que obligan a revisar a la baja su valoración.
Entre ellos destacan la notable bajada de los tráficos en las autopistas españolas, como consecuencia de la crisis; el endurecimiento de las condiciones para el acceso a los mercados financieros; y también los cambios en la normativa fiscal para tratar de reducir el déficit público que, otros factores, incluía una disminución de determinadas deducciones, en especial por el fondo de comercio.
Teniendo en cuenta este factor, Sacyr ha procedido a deteriorar su participación en Itínere, que hasta la fecha contaba con un valor razonable por acción de 5,2 euros. Según figura en el informe anual de la compañía correspondiente al ejercicio 2012, la nueva valoración tras el deterioro se sitúa en 2,83 euros por acción, por lo que la participación de Sacyr en Itínere pasa a estar valorada en 199,6 millones de euros frente a los 319,7 en que estaba valorada anteriormente.
Intentos infructuosos
A finales de 2008, Sacyr se vio obligada a vender Itínere para reducir de forma drástica un endeudamiento que rozaba los 20.000 millones de euros y que amenazaba con llevarse por delante el grupo que, por entonces, presidía Luis del Rivero.
Para llevar a cabo la operación, los fondos de Citi lanzaron una OPA a 3,96 euros por título. Así pues, la nueva valoración de Itínere, tras el deterioro, supone una rebaja del 28,5% respecto al precio al que se cerró la venta del grueso de su participación.
Varios han sido los intentos por vender la concesionaria de infraestructuras pero todos ellos infructuosos debido a las turbulencias de los mercados y el fuerte revés que han sufrido las estadísticas de tráficos en las carreteras de peaje. De hecho, fuentes del mercado apuntan a que será complicado que la operación pueda llevarse a cabo en el transcurso del presente ejercicio.
Menos por el aeropuerto de Murcia
Sacyr también ha deteriorado en 10,6 millones de euros su participación en la concesionaria del aeropuerto de Murcia, de la que actualmente controla un 60%, porcentaje que puede elevarse hasta más allá del 85% si las entidades financieras con las que comparte accionariado ejercen determinadas opciones de venta.
En este caso, el test de deterioro lo ha llevado a cabo la propia Sacyr y la principal causa del resultado final es el hecho de que la infraestructura aún no haya entrado en funcionamiento, pese a que está concluida, por diversas circunstancias, entre las que se encuentra las negociaciones con los ministerios de Defensa y Fomento para compatibilizar el funcionamiento de la pista con la base áerea de San Javier.
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