Los responsables de la gran banca comenzaron a ser conscientes, desde el pasado jueves, de que el rescate al sistema financiero era cuestión de horas. La fecha final dependía del FMI. "En cuanto el organismo publicara su informe, el siguiente paso era solicitar el rescate", confirman fuentes del sector. De hecho, las principales entidades españolas manejaban ya, desde primeras horas del viernes, que las ayudas de la Unión Europea se escenificarían tras la reunión del Eurogrupo del sábado. Incluso, un par de banqueros, según ha sabido este medio, telefonearon a última hora de la tarde del viernes a Mariano Rajoy para preguntarle si el fin de semana se produciría la petición de salvamento al sistema financiero. En ambos casos, el presidente del Gobierno les negó esta opción, aseguran fuentes políticas, del mismo modo en el que diferentes representantes del Gobierno y el PP han negado la petición de rescate a lo largo de esta semana.
"La comunicación con Economía ha sido constante. Para el sector, al menos para los grandes, no ha sido una sorpresa la petición de rescate. Sabíamos que si no se producía el fin de semana no se prolongaría más allá de principios de la próxima semana", explican en otra entidad. De hecho, en algunas bancos se empezaron a modular, desde el pasado jueves, los mensajes internos acerca del rescate.
"La cifra de los 100.000 millones flotaba desde hace tiempo. No ha sido una sorpresa", recalcan desde otra entidad. Buena parte del sector, consultado ayer por este medio, asume que tras los test de estrés de Roland Berger y Oliver Wyman, se consumirá buena parte del colchón existente entre los 40.000 millones que cifra el FMI y los 100.000 millones de la línea de crédito a la que se ha comprometido Bruselas.
Salvo Santander y BBVA, a los que el FMI excluye que tengan que necesitar capital incluso en el peor escenario (-4,1 PIB), el resto de entidades no descartan que puedan necesitar algún tipo de ayudas de los fondos europeos, como adelantó Vozpópuli el pasado jueves. De hecho, el informe del FMI, que divide al sector financiero español en cuatro grupos, cifra las necesidades de capital de cada uno de estos grupos: Santander y BBVA (sin ayudas); cajas que no han recibido ayudas (1.000 millones); cajas que han recibido apoyo (entre 6.000 y 21.000 millones), y bancos pequeños y medianos (entre 4.000 y 7.000 millones).
Algunas de estas cifras tendrán que ser corregidas, incluso antes de los resultados de los dos consultores externos. Es el caso del grupo de las cajas que han recibido ayudas. Sólo la recapitalización de Bankia consume la cifra estimada por el FMI.
Examenes internos con los datos de la EBA
A lo largo de la semana, algunos equipos de dirección financiera de la gran banca comenzaron a simular el impacto en su balance de un hipótetico escenario fatalista de la economía española con los datos de los últimos test de estrés de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés). El resultado de esos exámenes internos llenan de dudas a todas las entidades. Salvo Santander y BBVA, que no necesitarán ningún tipo de inyección de capital, gracias a la aportación de su negocio exterior, el resto de bancos asumen que pueden recibir ayudas del Fondo de Rescate Europeo, contrariamente a lo que defiende Guindos de que sólo el 30% del sector recibirá dinero de Bruselas.
Unos porque se encuentran en procesos de fusión con entidades con ayudas (La Caixa con Banca Cívica o Sabadell con la CAM, a pesar del importante Esquema de Protección de Ayudas heredado de la caja alicantina); otros porque han hecho operaciones coorporativas a 'pulmón' (sin ayudas), como el Popular con el Pastor; y otros porque su negocio está centrado en el mundo empresarial (Bankinter), cuyas carteras de crédito parecen que están revisando a conciencia Roland Berger y Oliver Wyman, provocando una nueva ronda de provisiones.
"No hay que rasgarse las vestiduras porque exista la posibilidad de que haya que repartir ayudas europeas a todo el sector. La recapitalización del sector financiero es una situación que se ha dado en otros países, como Estados Unidos, Alemania, Holanda o Inglaterra, y no se ha estigmatizado a estos países", explican desde una de las principales entidades.
"Esta rescate al sistema financiero es bueno para la economía, bueno para las entidades que lo necesitan y bueno para el propio sector, porque servirá para distinguir las entidades que son solventes de las que no", confirman en otra entidad.
Todo el sector confía en que esta medida sirva para relajar, desde este lunes, la prima de riesgo y el castigo a la bolsa española.
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