Santander cierra con relativo éxito el ERE de sus servicios centrales y los de Banco Popular. La entidad presidida por Ana Botín se sienta este martes con los sindicatos para poner sobre la mesa la cifra final de bajas voluntarias, que según fuentes de los trabajadores está próxima al objetivo de 1.100.
"La empresa nos ha transmitido que los despidos serán testimoniales", señalan fuentes sindicales. A partir de ahora habrá que negociar las salidas forzosas y la movilización de empleados dentro del grupo.
Este acuerdo contrasta con la dinámica que se está viviendo en las filiales en los últimos días, no exenta de polémica. La entidad comenzó a anunciar despidos durante la semana pasada en Popular Banca Privada y en otra filial 100% del grupo, Intermediación y Servicios Tecnológicos (IST).
Ha habido entre 15 y 20 salidas en total, previo acuerdo de despido improcedente y ayuda a través de una empresa de recolocación. Pero los despidos se quejan de no haber alcanzado las mismas condiciones que los servicios centrales de la matriz, de 80% del sueldo en prejubilaciones y 40 días por año en el resto de salidas.
Críticas
Además, las formas de los despidos han sido muy criticadas entre los empleados por su brusquedad, hasta el punto de que se convocó a varios profesionales a una reunión en Mesena con Aurelio Velo, director de Recursos Humanos de Santander España, y Susana de Medrano, su homóloga en Popular.
Por el momento, los sindicatos eluden pronunciarse sobre estas salidas ya que las filiales no tienen representación de los trabajadores y porque el número todavía no es demasiado abultado. Así, en la filial de banca privada han salido 8 sobre 150 trabajadores. Aún así, podría haber medidas si los despidos van a más.
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