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El Santander se ahorra más de 18.000 millones en la crisis por el pago del dividendo en acciones

El Banco Santander ha evitado sacar de su caja 18.184,75 millones de euros en los últimos seis años gracias a la utilización del denominado scrip dividend. Esto ha provocado que la entidad cántabra haya emitido 3.183 millones de acciones.

Son muchas las empresas cotizadas españolas que han recurrido en esta crisis a la fórmula del denominado, por el término anglosajón, scrip dividend, es decir, a dar la opción a sus accionistas a cobrar el dividendo en acciones. Pero, sin duda, la compañía que más provecho ha sacado de esta forma de retribución es el Banco Santander. Gracias a la elevadísima aceptación de los inversores, la entidad cántabra ha conseguido ahorrarse un total de 18.184,75 millones de euros, de acuerdo con los datos que el banco ha suministrado periódicamente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) durante los últimos seis años.

El banco que hoy preside Ana Patricia Botín utilizó por primera vez en 2009 el scrip dividend, que bautizó como Dividendo Elección, en uno de los cuatro pagos anuales que tradicionalmente realiza, el de noviembre. Siguió así los pasos emprendidos un año antes por Mapfre, pionera en España en la utilización de este mecanismo de remuneración. Santander repitió en 2010 también noviembre y en 2011 ya recurrió a esta fórmula en dos ocasiones (febrero y noviembre).

A partir de 2012, en un contexto de dificultades enormes para la banca española y con sus ratios de solvencia cuestionados, lo extendió a los cuatro pagos anuales. De momento, ya ha anunciado que lo mantendrá en el próximo dividendo que entregará en febrero a cuenta de los resultados de 2014. Queda saber qué hará de cara al próximo ejercicio. Ayer el consejero delegado del grupo, Javier Marín, no lo desveló durante la presentación de los resultados del tercer trimestre.

El banco rojo utilizó por primera vez en 2009 el scrip dividend, que bautizó como Dividendo Elección, en uno de los cuatro pagos anuales que tradicionalmente realiza, el de noviembre

En total, por tanto, el Santander ha recurrido al scrip dividend en 16 ocasiones. Esta fórmula permite a las empresas incrementar los fondos propios ya que blinda casi todo el beneficio neto al tiempo que mantiene la rentabilidad del dividendo. Pero, al contrario que las ampliaciones de capital no dilutivas (para financiar proyectos de inversión que tendrán un efecto en el beneficio), las emisiones para remunerar a los inversores no repercuten en el negocio del banco y, por el contrario, diluyen la participación del accionista que cobre el dividendo en efectivo, con consecuencias en la cotización del valor.

El Santander ha mantenido el importe de la retribución en 0,60 euros desde 2009, lo que le ha establecido como el valor con mayor rentabilidad por dividendo de la Bolsa española. Lo ha podido hacer gracias a la elección mayoritaria de los accionistas de cobrar en acciones. De media, el 83,8% de las acciones en circulación ha escogido cobrar el dividendo en acciones, frente al 16,2% que optó por vender los derechos al banco y recibirlo, en consecuencia, en efectivo.

Esto ha provocado una fuerte dilución para los inversores que no han acudido a las repetidas ampliaciones de capital, que han supuesto la emisión de 3.183 millones de nuevas acciones. Hoy la entidad roja tiene más de 12.584 millones de acciones, con lo que supera en más de 1.000 millones de títulos al segundo del mercado español, Bankia.

El Santander comunicó ayer a la CNMV que en el dividendo que repartirá la próxima semana, el 86,48% de los accionistas ha acudido a la llamada del banco para cobrarlo en acciones, mientras que el 13,52% se ha decantado por el efectivo (244 millones de euros). Esto ha propiciado la emisión de 225,38 millones de nuevos títulos, con un coste equivalente de 1.565 millones. Como la ejecución de la ampliación de capital le ha costado al banco 112,69 millones, se ha evitado sacar de su caja 1.452,8 millones de euros.

El hecho de con cada Dividendo Elección se incremente el número de acciones en circulación hace que cada trimestre lo normal es que los ahorros -y los costes de la ampliación- sean mayores. De esta forma, los cuatro pagos de este año han arrojado un ahorro conjunto de 5.697 millones para el banco, prácticamente la mitad que el generado en los 12 scrip dividend anteriores (12.487 millones).

El importe destinado al pago en efectivo bajo scrip dividend ha sido, en el conjunto de los 16 realizados, de sólo 3.770 millones

El coste equivalente de las 3.183 millones de acciones emitidas por el scrip dividend asciende a 19.776 millones de euros, mientras que el coste de las ampliaciones alcanza los 1.591 millones. De este modo, el banco ha logrado evitar un desembolso efectivo de casi 18.185 millones de euros en estos seis años. Ha pagado en dinero contante y sonante, por el contrario, 10.790 millones desde 2009. Ahora bien, si se descuentan los cinco dividendos que entregó completamente en efectivo, el importe destinado al pago en efectivo bajo scrip dividend ha sido, en el conjunto de los 16 realizados, de sólo 3.770 millones.

El Santander ha presumido en estos años de haber mantenido el dividendo, aunque no faltan los críticos que denuncian que el uso del scrip dividend es sólo un engaño, por los efectos dilutivos ya mencionados. Ha sido un recurso para tratar de dar confianza a los accionistas, puesto que en el escenario de crisis de los últimos años y con las exigencias de capital impuestas la entidad cántabra no habría podido asumir un dividendo en cash al 100% de 0,60 euros, que sin los scrip dividend habría supuesto un desembolso de más de alrededor de 31.000 millones.

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