Santander protagonizó uno de los mayores descensos del Mercado Continuo, concretamente del 3,6% al cierre de la sesión, el día en que miembros de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se personaron en las dependencias de la entidad en su sede de Madrid para solicitar documentación sobre cuentas bancarias, en el marco de la causa abierta contra el banco HSBC a raíz de la aparición de la ‘lista Falciani’. Esta circunstancia hizo que la caída de Santander en Bolsa fuera casi el doble que la protagonizada por el índice selectivo Ibex-35 (1,74%), en una sesión de tono bajista por los pobres datos de empleo en EEUU. En términos de capitalización, la jornada para olvidar le ha costado al Santander 2.180 millones de euros.
A primera hora, la cotización de la entidad que preside Ana Botín llegó a caer un 2%, mientras que el mercado mostraba un tono general plano, cuando comenzaron a circular rumores sobre la entrada de efectivos de la Guardia Civil en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte, sede del banco en Madrid. Los momentos de nerviosismo en el parqué se debieron a las confusas informaciones que llegaron hasta los operadores, toda vez que se desconocían los detalles de la operación. En aquellos momentos, el volumen de contratación de acciones de Santander, que había sido muy discreto desde primera hora, también experimentó un notable incremento.
Posteriormente su cotización volvió a estabilizarse, conforme fueron apareciendo informaciones sobre el contenido de la investigación, hasta el punto de que la cotización volvió al tono plano que había mostrado en la apertura cuando, poco después de la media sesión, Santander publicó un comunicado en el que aseguraba estar colaborando con el Instituto Armado con la entrega de la documentación que los miembros de la UCO le estaban solicitando.
Sin embargo, la tendencia del mercado se tornó claramente negativa a partir de las 14,30 horas, cuando se publicaron en EEUU los datos de creación de empleo correspondientes al mes de mayo, que fueron peores de lo esperado. De hecho, la primera economía del mundo tan sólo generó 38.000 puestos de trabajo en mayo, la cifra mensual más baja desde 2010. El registro se une al del mes de abril, 123.000 nuevos empleos, que ya se situó muy por debajo de la media de 200.000 mensuales que estaba creando la economía estadounidense en los últimos dos años.
Mal día para el sector financiero
Este hecho hizo que el Ibex-35, que hasta entonces no marcaba una tendencia definida, se decantara claramente por los números rojos, debido precisamente a la caída de los valores financieros, los que peor digirieron los datos de empleo en EEUU. Los descensos del selectivo se situaron en torno al 2%. En este contexto, Santander no sólo no se libró de las caídas sino que las suyas fueron más acusadas que las del mercado, debido tanto a la incertidumbre generada por la investigación en torno al HSBC como por su destacada exposición al mercado estadounidense.
No obstante, otros valores financieros padecían también un fuerte castigo por parte de los inversores. Las acciones de Banco Popular protagonizaban un retroceso cercano al 6% mientras que las de Caixabank perdían un 3,6%. Por su parte, Bankia se dejaba un 3,5% y BBVA y Sabadell, algo más de un 2%.
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