Llega la hora de la verdad entre Banco Santander, sus sindicatos y los de Banco Popular. Este miércoles arrancan las negociaciones para los recortes previstos en los servicios centrales, para los que el consejero delegado, José Antonio Álvarez, anunció unas provisiones de 300 millones.
Fuentes financieras y sindicales consultadas por este medio creen que la cifra de recortes que Santander pondrá sobre la mesa rondará los 1.500 trabajadores, a priori voluntarias, como demandan los representantes de los trabajadores. La previsión es que la cifra baje en las semanas cerca de los 1.000 empleados y que la negociación se pueda cerrar antes de final de año.
"Nuestro objetivo prioritario es mantener al máximo la empleabilidad en el grupo y evitar despidos forzosos que serían difícil de entender por parte de la plantilla y de la representación sindical", señalan desde UGT.
"Los ajustes que sea necesario acometer deben hacerse siempre desde la proporcionalidad, la compensación adecuada y la voluntariedad de las personas afectadas", añaden desde CC.OO.
El objetivo de los sindicatos es que se mantengan al menos las condiciones que se pactaron en el último plan de recortes del Santander, cuando pactó prejubilaciones a partir de 58 años con un 80% del salario y bajas incentivadas con 40 días por año trabajado y dos anualidades de tope.
Jornadas financieras
La segunda jornada de negociaciones coincide con la convocatoria en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte de las jornadas financieras internacionales, a la que asisten primeros espadas regulatorios y financieros a nivel europeo. Eso sí, las negociaciones con sindicatos son la antigua sede de Banesto en el barrio de Hortaleza (Madrid).
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