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Santander escinde su negocio en Reino Unido y dice que el brexit elevará la inflación

La filial británica de Santander en Reino Unido prevé terminar en 2018 las reformas instadas por la autoridad financiera regulatoria del país. El banco prevé que el brexit provocará en el corto plazo un menor crecimiento de la economía británica.

Santander escinde su negocio en Reino Unido para cumplir con las exigencias de la Autoridad de Regulación Prudencial (PRA, sus siglas en inglés) que obliga a que, a partir del 1 de enero de 2019, las entidades con más de 25.000 millones de libras separen en anillos (ring fencing) su negocio estratégico del resto de actividades.

El banco presidido por Ana Botín prevé culminar la reestructuración a mediados de 2018, según información enviada por Santander UK al regulador del mercado de Estados Unidos (SEC). El banco, "según nuestros planes actuales" contará en Reino Unido con Santander UK "que será nuestra entidad legal para el banco cercado [ring fencing]" y Abbey National Treasury Services (ANTS), "que será nuestra entidad legal para el banco no cercado". Según las estimaciones actuales del banco español, Santander UK contará con activos valorados en 173.000 millones de libras, mientras que los que gestionará Abbey National Tresury Services están valorados en 28.000 millones de libras.

Entre enero y septiembre el beneficio de Santander UK ha caído un 19,3% por el efecto divisa

La separación de las actividades minoristas y de banca de inversión de las entidades es una de las reformas legales que más están afectando a los grandes bancos a raíz de la crisis financiera mundial originada entre los años 2007 y 2008. Estados Unidos aprobó en diciembre de 2013 la conocida como norma Volcker para limitar los riesgos excesivos tomados por las entidades de depósitos y sus filiales. En Reino Unido la Ley de Reforma Bancaria de 2013, que entra en vigor en 2019, impulsada dos años antes por la comisión Vickers, obliga a la separación de ciertas actividades minoristas.

El cumplimiento de la normativa en Reino Unido afectará previsiblemente, además de a Santander UK, a HSBC, Royal Bank of Scotland Group, Lloyds Banking Group, Barclays, y Co-operative Bank. La autoridad fiscal del país, PRA, estimó en octubre del pasado año que su aplicación tendrá un impacto en las cuentas de los grandes bancos de hasta 3.300 millones de libras.

OPV de Santander UK

El grupo español estudió en 2010 sacar a Bolsa su división británica, pero sus planes se han ido retrasando año tras año. Santander pretendía que la opv de Santander UK se produjera en 2011, vendiendo el 25% de su unidad británica. Sin embargo la entidad informó en julio de ese año que atrasaba la emisión a 2012 por la situación de los mercados. 

Después, con los cambios normativos impulsados por la comisión Vickers, la operación de la salida a Bolsa de Santander UK se ha ido congelando. Aunque la opv parece ahora totalmente aparcada, esta no se produciría en todo caso hasta que Santander terminara el proceso de reestructuración de Santander UK y Abbey National, prevista para mediados de 2018.

Brexit y petróleo

En el mismo informe de cuentas presentado por Santander UK a la SEC, el banco se refiere a las consecuencias previstas del brexit en la economía británica. "La decisión de Reino Unido de dejar la UE", dice el banco, "ha sumado incertidumbre a la economía y volatilidad al mercado financiero, lo que previsiblemente continuará". En el corto plazo "creemos que supondrá menor confianza del consumidor y, en el tiempo, menor crecimiento económico". Además Santander apunta que el "menor valor de la libra combinado con un aumento de los precios del petróleo, favorecerá un aumento de la inflación".

En la última presentación de los resultados del grupo, la pasada semana, José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, dijo que todavía es pronto para determinar el impacto del brexit en las cuentas, aunque admitió que la depreciación de la libra ya se notaba en los resultados trimestrales.

De acuerdo a las cuentas de Santander de entre enero y septiembre, el beneficio del grupo en Reino Unido se ha reducido un 19,3% teniendo en cuenta el efecto del tipo de cambio, y un 11,1% sin valorarlo.

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