Tras casi un año de sequía, Sareb vuelve a recurrir a los grandes inversores internacionales para acelerar sus ventas. La sociedad a la que las cajas con problemas traspasaron sus activos tóxicos retomará en las próximas semanas las grandes ventas de carteras, una vía de negocio olvidada desde hace casi un año.
La decisión definitiva se tomará en los próximos días dentro del consejo del banco malo, presidido por Jaime Echegoyen, pero todo apunta a que la cartera que pondrá en mercado agrupará créditos inmobiliarios por valor de 1.000 millones de euros. Se trataría de esta forma de la mayor operación lanzada hasta ahora por Sareb.
Echegoyen puso en cuarentena este tipo de ventas a finales de 2015, ante la entrada en vigor de la normativa contable elaborada por el Banco de España expresamente para Sareb. La circular forzó a la sociedad semipública -el Frob tiene un 45% de su capital y su deuda está avalada por el Estado- a tasar uno a uno todos sus activos, algo que hizo impracticable el traspaso de carteras.
Echegoyen quiere elevar los ingresos con esta operación y así poder seguir amortizando deuda, actualmente en 43.000 millones
Sin embargo, desde entonces el banco malo se ha encontrado con un escenario en el que le está costando lograr el volumen de ventas presupuestado a principios de año. Entre enero y junio vendió 25 inmuebles al día, algo por debajo de la media histórica de 27 al día. Algo que no se puede permitir con toda la deuda que tiene pendiente de amortizar, que a mediados de año ascendía a 43.000 millones de euros. Tal y como explicó en junio Echegoyen, no devolver esta deuda supondría engordar el déficit español en cuatro puntos.
Junto a la devolución de la deuda, el banco malo tiene el reto de enderezar las cuentas del grupo y ahuyentar así el fantasma de que tenga que ampliar capital durante los próximos años. Desde su creación a finales de 2012, Sareb ha registrado números rojos todos los años, de 472 millones en 2015, y se vio forzada a consumir dos tercios de sus subordinadas convirtiéndolas en capital, con lo que le queda menos margen para afrontar futuras pérdidas.
Desde la sociedad insisten en que el volumen de ventas a través del canal minorista se va acelerando a medida que van tomando las riendas de su cartera los nuevos cuatro gestores (Altamira, Solvia, Haya Real Estate y Servihabitat). También prevén que las provisiones se frenarán una vez acabado este año.
El banco malo ya hizo una primera incursión en el mercado institucional hace algunas semanas, cuando traspasó 20 préstamos valorados en 158 millones a Bank of America y Hayfin Capital Management, según publicó Expansión.
Junto a estos dos grandes inversores, Blackstone y Deutsche Bank son otros de los grandes compradores de activos de Sareb en los últimos años.
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