Récord sobre récord. Las tecnologías del régimen especial de generación eléctrica (en el que se incluyen las energías renovables) han cobrado entre enero y septiembre 6.882 millones de euros, cifra que supera lo percibido por estas fuentes en ningún ejercicio completo hasta ahora. Si en todo 2011, el sistema eléctrico destinó a retribuirlas 6.856 millones, para este año, las estimaciones de las eléctricas (que han pedido cortar estos “subsidios” por su efecto en el déficit tarifario) cifran la factura entre 8.000 y 8.500 millones de euros.
El repunte se explica por la creciente aportación de estas tecnologías (en septiembre, cubrieron el 30% de la demanda) y por el incremento de la capacidad instalada. Con la demanda de electricidad hundida a causa de la recesión, siguen entrando en funcionamiento plantas que no se han visto afectadas por la moratoria decretada en febrero por José Manuel Soria para las primas a nuevas instalaciones, que eximió a las que ya estaban inscritas en el prerregistro (la lista de espera del Ministerio de Industria).
Así, y de acuerdo con los datos de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), hasta septiembre la energía termosolar (que cubrió el 1,4% de la demanda) cobró 765 millones de euros en primas, frente a los 400 millones de todo el ejercicio 2011. Por su parte, la fotovoltaica se embolsó 2.510 millones, tras proporcionar el 3,7% de la electricidad, aunque la patronal UNEF destacó que las primas percibidas entre agosto y septiembre “se redujeron un 60%” por la activación del límite de horas anuales con derecho a incentivos. Por su parte, la eólica (que aportó hasta septiembre el 17,3% de la generación) se embolsó 1.460 millones en primas.
El ministro de Industria ha defendido esta semana que el aumento de las primas es un "problema"
A la hora de taponar la sangría del déficit tarifario (el gran problema del sector eléctrico), el galopante incremento de la factura del régimen especial, que incluye a la cogeneración (una fuente que no es limpia, y que se ha embolsado 1.360 millones en primas hasta septiembre) constituye un “problema”, según dijo Soria el pasado lunes, tras admitir por primera vez que el límite legal de déficit tarifario fijado para este año (1.500 millones) está en entredicho.
Sólo hasta septiembre, el desfase entre ingresos y costes reconocidos del sistema eléctrico alcanzaba ya los 3.912 millones de euros, según la CNE, que ya se cuida de asegurar (como venía haciendo hasta junio pasado) que el incremento del déficit no resulta “del todo significativo” por entender hasta ese momento que los recortes de costes regulados aprobados por Industria a finales de marzo iban a bastar para tapar la hemorragia. A estas alturas, parece evidente que no ha bastado.
El traslado de una parte de las primas a los Presupuestos del Estado sigue en el alero: el PP ha enterrado su propuesta inicial, contenida en una enmienda al proyecto de ley para la Sostenibilidad Energética, de que el 38,3% del total anual de incentivos se sufrague vía presupuestos y no por la tarifa eléctrica, como hasta ahora. Tras pactar una enmienda transaccional con PSOE y UPN, ya no se especifica ningún porcentaje concreto y los PGE asumirán la parte de las primas que no se pueda cubrir con los ingresos regulados del sector.
El traspaso de las primas a los Presupuestos amenaza con abrir una nueva brecha en las relaciones entre Soria y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reacio a añadir nuevas cargas a las cuentas públicas en la crítica situación actual.
El texto remitido al Senado vuelve a explicitar (como los borradores iniciales que manejaba Industria) que la recaudación lograda con los nuevos impuestos que contempla el proyecto de ley se destinará a sufragar los costes del sistema eléctrico y el déficit tarifario. Con la redacción inicial del anteproyecto aprobado por el Consejo de Ministros, Hacienda decidía a qué se destinan esos fondos.
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