Una de las empresas de seguridad privada más conocidas y también más polémicas de España ha anunciado este martes a sus trabajadores un ajuste histórico en su actividad. Según ha informado el comité de empresa, Seguridad Integral Canaria ha anunciado este martes un "cese de actividad" tras el que cederá o venderá sus servicios en un ajuste que afectará a 1.000 vigilantes de los 2.000 que tiene.
Integral Canaria es propiedad de Miguel Ángel Ramírez, propietario del Grupo Ralons y también presidente de la Unión Deportiva Las Palmas. En los últimos años consiguió saltar fuera de las islas y consiguió presencia en la Península con adjudicaciones importantes como Metro de Madrid o el Ministerio de Defensa.
Según informa el comité, el 1 de septiembre la compañía liquidará los servicios privados y el 1 de octubre los públicos, mientras mantiene su compromiso de pagar a "trabajadores, proveedores y bancos". Este periódico ha podido hablar con Ramírez, quien ha asegurado que no se trata de un cierre empresarial sino de una "reordenación". "Tenemos que reiniciar nuestra presencia en transporte de fondos y sistemas y quedarnos con los servicios que pagan bien y lo suficiente para cumplir con el convenio nacional. Por ello nos vamos a quitar todos los servicios de seguridad y vigilancia que nos pagan tarde y no cubren nuestros costes".
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