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La familia Sendagorta: del clan Neguri, del Opus y artífices de la venta del año en España

El grupo Sener acuerda la venta de su participación en ITP a Rolls-Royce por 720 millones de euros.

El clan Neguri sigue vivo. La dimisión de Emilio Ybarra en 2002 como presidente de BBVA, por el escándalo de las cuentas secretas del banco, parecía la última estocada que le quedaba por recibir a las familias de Neguri, representantes de la alta burguesía vasca. Pero el acuerdo de venta de la participación de Sener, de los Sendagorta, en ITP a Rolls-Royce, por 720 millones de euros, la mayor operación de venta del año de una empresa familiar española, ha vuelto a poner de relieve el poderío industrial de los habitantes del selecto barrio bilbaíno.

La alta burguesía vasca escogió Neguri a mediados del siglo XIX como emplazamiento perfecto para construir lujosas residencias de verano, palacetes de cara al mar y de espaldas a las chimeneas de las fábricas que enriquecían a las familias propietarias, ofrecían miles de empleos y contribuían a la industrialización del país. La reconversión industrial y ETA -la banda terrorista asestó duros golpes al clan Neguri, asesinatos y secuestros-, y después las fusiones bancarias restaron poder y patrimonio a las familias de ese enclave. Tras la fusión de BBV y Argentaria y la salida de Ybarra de BBVA se habló ya del ocaso de Neguri. Sin embargo, la venta acordada de la participación del grupo Sener en ITP a la multinacional británica Rolls Royce, ha relanzado el mito Neguri.

Los Sendagorta, junto con los Ybarra, los Sota, Lezama-Leguizamón, Ampuero, Aguirre, Delclaux... forman parte de las familias tradicionales de Neguri. Enrique Sendagorta Aramburu, que este domingo cumplirá 92 años, fundó en 1956 con su hermano José Manuel el grupo de ingeniería Sener. En la actualidad es presidente de honor de la compañía, y también ha ocupado, entre otros muchos cargos, la presidencia de Petronor y la vicepresidencia de Banco de Vizcaya. En 2014 el rey Juan Carlos le entregó el primer Premio del Reino de España a la Trayectoria Empresarial.

Las acciones de Rolls-Royce cayeron ayer en la Bolsa de Londres al anunciar la operación

Enrique Sendagorta ha estado estrechamente ligado al Opus Dei. En un ensayo titulado El Opus Dei como empresa humana y sobrenatural, el fundador de Sener estableció una analogía entre la creación de la Obra y la de una empresa."Es un error pensar que los empresarios tienen que ser grandes conductores, míticos, infalibles y brillantes, personas que lo tienen todo claro, que aciertan a la primera y que con su magnetismo atraen muy pronto el éxito", escribió Sendagorta. "Contrariamente, lo más frecuente es que los promotores de las empresas que más han durado y servido fueran muy pacientes, reflexivos y sacrificados, y que su principal objetivo se centrara en hacerlas fuertes y duraderas".

El grupo Sener es hoy una multinacional de ingeniería que emplea a 6.000 personas y factura más de 1.300 millones de euros. La compañía apostó desde el principio por sectores que parecían vetados a la empresa española. Sener se introdujo a mediados de los años sesenta en la industria aeroespacial (diseñó y construyó en 1966 una torre de lanzamiento de cohetes en Suecia para la antigua Agencia Espacial Europea) y en el de infraestructuras. En los años setenta participó en el diseño de plantas nucleares en España, y en la década de los ochenta comenzó la actividad en el sector aeronáutico y militar, participando en el consorcio europeo de desarrollo del motor del caza Eurofighter.

Las últimas cuentas de Sener Ingeniería y Sistemas, de 2014, obtenidas a través de Insight View, está firmadas por varios integrantes de la familia Sendagorta. Entre ellos Jorge Sendagorta Gomendio, presidente e hijo del fundador; Enrique Sendagorta Gomendio; Andrés Sendagorta McDonnell; y Pablo Sendagorta McDonnell.

En 1989 la compañía constituyó Industria de Turbo Propulsores (ITP), la única empresa española fabricante de motores aeronáuticos. La multinacional británica Rolls-Royce participaba en el capital de ITP y aunque no tenía la mayoría, el 46,8%, era la que en los últimos años "llevaba la batuta", comentaron ayer fuentes cercanas a la empresa española. El grupo británico se ha comprometido en el acuerdo de compra de la participación que Sener mantenía en ITP, del 53,1%, a mantener la sede de la empresa en Bilbao.

La operación se cerrará durante los dos próximos años y contempla parte del pago en acciones de Rolls-Royce. El valor en Bolsa de la compañía británica cayó ayer lunes fuertemente en Londres al anunciarse la operación, con la apertura del mercado, bajando desde los 736 peniques por acción hasta los 716 peniques. Finalmente Rolls-Royce cerró con una caída del 1,5%, a 723,99 peniques por título. "Fuimos los promotores y fundadores de ITP en 1989 y durante estos años hemos apoyado a los magníficos gestores y profesionales de esta compañía con una estrategia de inversión a largo plazo centrada en el desarrollo de una tecnología de vanguardia y una calidad de producción inmejorables", declara en la nota de prensa enviada por la compañía Jorge Sendagorta. "En los 27 años transcurridos desde la creación de ITP, los dividendos obtenidos por SENER se han dedicado íntegramente a los sucesivos incrementos de nuestra participación en la compañía. Estamos muy orgullosos de los logros conseguidos por ITP pero nuestra tarea ha finalizado y ha llegado el momento en el que corresponde a Rolls-Royce construir el mejor de los futuros para ITP", añade el presidente de Sener.

De acuerdo a las últimas cuentas disponibles en Registro Mercantil de ITP, del ejercicio 2014, la compañía ingresó ese año 564 millones de euros y registró un beneficio de 53,7 millones. Fuentes cercanas a Sener explicaron ayer que la empresa española destinará el dinero de la venta de ITP a potenciar el negocio de ingeniería y construcción, y recordaron que durante casi 30 años ha estado invirtiendo en ITP. En la memoria del ejercicio de 2014 la compañía detalla un préstamo logrado en 2014 del Banco Europeo de Inversiones de 119 millones de euros "a disponer antes del ejercicio 2017 para las actividades de investigación y desarrollo". En marzo del pasado año ITP firmó con Rolls-Royce un acuerdo de colaboración para la fabricación de nuevas turbinas de alta velocidad para motores empleados en aviones de Airbus, entre ellos el gigante A380, y en aeronaves de la estadounidense Boeing, que requerirá de una inversión de 75 millones de euros en cinco años. Ricardo Martí Fluxa, Secretario de Estado de Seguridad entre 1996 y 2000, es la persona a la que los Sendagorta y Rolls-Royce han mantenido como presidente de ITP.

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