Uber es una empresa de transporte, como han alegado los taxistas, y no meramente una plataforma digital de intermediación, como ha sostenido la empresa estadounidense. Así lo ha dictaminado este miércoles el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. ¿Cambiarán las cosas para la compañía? ¿Acabará la denominada 'guerra del taxi'? No necesariamente.
La sentencia del tribunal europeo hace referencia específicamente al servicio entre particulares de UberPop, servicio que está prohibido en España desde 2014. Actualmente, la compañía estadounidense opera en el país bajo las licencias de vehículos con chófer (VTC).
Uber ha insistido en otras ocasiones en que el fallo no se va a traducir en un cambio significativo, porque ya opera sujeto a la legislación sobre transporte en la mayoría de países de la Unión Europea; entre ellos, España.
En el caso español, el cambio tuvo lugar a finales de 2014, a los pocos meses de que la compañía llegara al país. Uber constituyó su filial en marzo de ese año, con una estructura fiscal similar a la de otras compañías tecnológicas para reducir al máximo su tributación. Ese mismo diciembre, la compañía se vio afectada por una serie de medidas cautelares ordenadas por el Juzgado de lo Mercantil Número 2 de Madrid, que exigían el "cierre inmediato" de la plataforma Uberpop.
Dos años después, en 2016, la compañía fundada por Travis Kalanick cambió su estrategia y se valió de las licencias de vehículo de alquiler con conductor (VTC) para volver al mercado español. El cambio, sin embargo, no ha sido sinónimo de paz en la batalla entre los taxistas y la empresa estadounidense: manifestaciones y huelgas siguen protagonizando titulares aún en 2017.