El Gobierno de Pedro Sánchez estudia entrar en Telefónica a través de la recientemente anunciada Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT), una suerte de SEPI digital, que será aprobada en el Consejo de Ministros del 5 de marzo y estará operativa en dos o tres meses. Esta SEPI digital albergará PERTE y proyectos con fondos UE relacionados con la tecnología y el sector audiovisual, un movimiento que permitirá al Ejecutivo socorrer a Prisa.
Se prevé que la sociedad movilice 20.000 millones de euros, pero no nace dotada con este montante, sino que se trata de la suma de iniciativas tecnológicas ya en marcha que aglutinaría. Entre ellas, el PERTE Chip, dotado con 12.000 millones.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes canalizar 40.000 millones de préstamos en la adenda del Plan de Recuperación a través de cuatro líneas que gestionará el ICO.
Fuentes del Ministerio de Economía han trasladado que dos de las líneas, un fondo para escalar las startup tecnológicas Next Tech con 4.000 millones para proyectos digitales innovadores de alto impacto en' scale-up, y el fondo Spain Audiovisual Hub, con 1.712 millones para incentivar la inversión privada y financiar proyectos en el sector audiovisual y de contenidos multimedia e interactivos, se integrarán en la SEPI digital en cuanto se cree. Lo que no se haya pedido al ICO hasta la fecha.
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, ha anunciado este lunes la creación de esta nueva sociedad digital estatal en el Mobile World Congress (MWC) que se celebra hasta el jueves en Barcelona.
"Tiene sentido encajarla", ha asegurado Escrivá en referencia a la entrada de esta suerte de SEPI digital en el capital del operador presidido por José María Álvarez-Pallete tras la sorprendente llegada de Arabia Saudí en septiembre, que anunció que se había hecho con un 4,9% de las acciones del operador y con derechos para llegar al 9,9%.
Un movimiento de ficha al que el Ejecutivo respondió meses después con el anuncio de que entraría en el capital de Telefónica con un 10% de los títulos a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Sin embargo, después de comunicar al mercado en diciembre que la Sociedad Estatal iba a a entrar en Telefónica, no se han producido movimientos más allá de informaciones recientes sobre que se ultima el fichaje de un banco, sin que la CNMV se haya pronunciado sobre este anuncio sin concretar. Fuentes de Economía han esgrimido este martes que esperan intercambios de información con la CNMV y un informe del Tesoro.
Escrivá ha dejado caer que podría ser la SETT, y no la SEPI, quien entre en Telefónica. Fuentes de Transformación Digital señalan que el plan no está cerrado, pero trasladan que aunque la operación la anunciara la SEPI al mercado la puede culminar la SETT. Una posibilidad que fuentes oficiales de la SEPI no han visto este martes con buenos ojos, informa Efe. Fuentes consultadas por este diario aseguran, incluso, que la operación podría realizarse de forma conjunta.
La SETT permite al nuevo Ministerio de Transformación Digital participar en el tejido industrial de su sector y catalizar influencia estatal en empresas estratégicas, además de liberar a Hacienda y a la SEPI de proyectos tecnológicos sobre los que sobrevolaba la parálisis, trasladan fuentes próximas a esta Sociedad Estatal que depende del Fisco.
Con la SETT, el Gobierno puede matar dos pájaros de un tiro con Telefónica y Prisa, tal y como aseguran a este diario fuentes cercanas a la SEPI, que incluso apuntan a que más allá de la ayuda que sus fondos puedan suponer para la empresa de medios, la entrada estatal en Telefónica obedecería en último término a la intención del Gobierno de rescatar a Prisa.
Prisa: 767 millones de deuda
El 10% de Telefónica tiene un coste, tal y como está actualmente la compañía en bolsa, de 2.172 millones de euros. La sintonía entre Prisa y Telefónica viene de muy atrás. El operador estuvo en su capital durante varios años. Al principio de los años 2000, tuvo una posición de más del 10% que tardó en aflorar, según recuerdan fuentes conocedoras.
El año pasado, sin embargo, culminó su salida por completo después de vender en 2022 el 7% a empresarios afines al Gobierno. En 2023 le quedaba un 1,9% pero Telefónica no acudió a una emisión de bonos convertibles y su participación se diluyó.
El Grupo Prisa atraviesa desde hace tiempo una situación complicada. La empresa de medios, tradicionalmente afín al PSOE, tiene una deuda de 767 millones de euros. En cuanto al valor de su acción, ha caído desde los 2,83 euros de 2016 hasta los 0,31 euros en los que cotiza en el momento que se escribe esta información.
El empresario armenio Joseph Oughourlian es el presidente y máximo accionista del Grupo Prisa, con un 29,5% de los títulos a través del fondo Amber Capital. Su entrada en la compañía afloró en 2014 y fue nombrado presidente en 2021.
Ante la situación de la editora de El País y dueña de la Cadena Ser las fuentes consultadas por este diario ven una posibilidad clara de que el operador regrese al accionariado de Prisa. Cabe recordar que el Gobierno tiene a Javier de Paz como hombre de confianza en Telefónica y una buena relación con Oughourlian, que además participa en la estatal Indra con un 7,2%. "Es una maniobra esperable (la entrada de Telefónica en Prisa), si la SETT entra previamente en el operador. Tiene todo el sentido", aseguran otras fuentes a este periódico.
¿Qué es la nueva 'SEPI' digital?
La Sociedad Española para la Transformación Tecnológica (SETT) es una nueva empresa pública que movilizará 20.000 millones de euros. Hay que puntualizar que la sociedad no nace con esa cantidad, sino que se trata de una suma de iniciativas tecnológicas ya en marcha que se unificarían en la misma.
La SETT pretende dotar de músculo a cualquier empresa, sea cual sea su tamaño y el origen de su capital, para impulsar proyectos tecnológicos que fomenten y aceleren la digitalización en nuestro país.
Para ello, facilitará créditos, concederá subvenciones y entrará a formar parte del capital de corporaciones para tratar en la medida de lo posible de que la transformación digital se haga de la manera más rápida y efectiva posible en nuestro país. Esta entrada en el capital se dirige en principio a participaciones pequeñas y por un periodo de tiempo corto, no implica adquisiciones como la de Telefónica, que supondría ayudas de Estado.
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