La leyenda negra del 'Edificio España' se agiganta. En 1981 una secretaria de 21 años era arrojada desde una de sus plantas al vacío, en lo que primero se trató como un suicidio y luego se demostró que era un crimen, tal y como informó la prensa de la época. Este suceso luctuoso contribuyó a acrecentar los rumores por los que el inmueble, que desde 2006 no tiene inquilinos tras el cierre del Hotel Crowne Plaza, tendría alguna suerte de conjuro, maldición que bañaría de mala suerte a todo aquel que tuviera relación con él.
Desde luego, si atendemos a lo ocurrido este martes bien podría pensarse que la maldición existiera. Con apenas unas horas de diferencia, los últimos dos propietarios del inmueble situado en Madrid, Trinitario Casanova (Baraka) y Luis Riu (Hoteles Riu) han tenido sendos encontronazos con la justicia. El vendedor del inmueble, el murciano Casanova que traspasó el activo por 272 millones de euros, ha sido procesado por fraude a la hacienda pública de 10 millones de euros. Se le acusa de defraudación tributaria, delitos contables y delito continuado de falsedad documental. Tampoco es extraño que Casanova sea noticia por sus problemas judiciales. Con anterioridad, ha sido condenado por manipular acciones de Banco Popular, o acusado de intentar sobornar a políticos del Ayuntamiento de Águilas para sacar adelante un megaproyecto urbanístico entre otras causas.
Algo menos polémico es, sin embargo, el nombre de Luis Riu, presidente de la cadena que lleva el apellido de su honorable familia mallorquina. El propietario de la cadena hotelera (máximo directivo junto con su hermana Carmen Riu) fue detenido por la corte de Miami acusado de corrupción, pero si se lee la letra pequeña se puede matizar el caso. En primer lugar, fue el propio Riu el que viajó a la ciudad floridana para acudir a la citación de la justicia. En segundo lugar el caso, que implicaría unos supuestos sobornos para adelantar permisos. La Fiscalía estatal de Miami cita un e-mail de Luis Riu sobre el director de construcción de Miami Beach en 2014, donde se demostraría que habría recibido vacaciones de lujo en hoteles y tratamiento VIP por agilizar obras y permisos a cambio de descuentos para él y su familia. Riu también tuvo un caso sospechoso en Cancún del que fueron absueltos y se han declarado "inocentes de los cargos".
También Wanda pagó tras su paso por el Edificio España
La leyenda negra del Edificio España y su maldición, no obstante, se mantiene firme puesto que el tercero en discordia, los chinos del grupo Wanda, tampoco acumula buenas noticias desde que cerrara la compra del edificio a Banco Santander en julio de 2014 por 265 millones de euros. Wang Jianlin no pudo sacar adelante los proyectos que tenía para el edificio (consistentes en un centro comercial con hotel) debido a la falta de sintonía con el nuevo ayuntamiento de Manuela Carmena, y vendió a Trinitario en junio de 2017 que a su vez se lo traspasó a Riu.
Seguramente habrá sido casualidad, pero el poderoso empresario oriental que adquirió Edificio España en 2014 ha pasado durante 2017 por graves problemas y turbulencias que han puesto en duda la viabilidad de su imperio y lo hicieron desplomarse en bolsa. Se indicó que Wang había perdido el favor del gobierno chino e incluso se informó de que habría sido detenido junto a su familia mientras intentaba abandonar el país, algo que la empresa desmintió. De igual modo, Pekín demostró que el empresario, también propietario de un 20% del Atlético de Madrid antes de la última dilución, había perdido su favor al arrebatarle la promoción de unos campos de golf. ¿Será responsable de estas malas rachas el enigmático edificio de Madrid?
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