No todos los meses el consejo de administración de FCC tiene el privilegio de contar con la presencia 'in situ' de su miembro más ilustre, Carlos Slim, el principal accionista de la compañía. De ahí que la reunión de este martes, en principio la penúltima del año, vaya a ser un tanto especial. Por eso y porque supone el bautismo de fuego para el nuevo consejero delegado del grupo constructor y de servicios, Pablo Colio, nombrado a comienzos de septiembre.
Es ésta, precisamente, una de las principales razones que llevan al magnate mexicano a tener participación presencial en la reunión del consejo. Colio lleva poco más de dos meses en su nuevo cargo y también incluso en el máximo órgano ejecutivo de la compañía, al que se incorporó al mismo tiempo que fue designado consejero delegado, en sustitución de Carlos Jarque. Tras un testimonial consejo en octubre, la de este martes será su primera reunión con todas las de la ley.
Y la presencia de Slim convertirá este estreno en una prueba de fuego de la que Colio es conocedor. No es la primera vez que ante el consejo de la compañía y con la presencia de Slim desfilan los máximos responsables de las diferentes áreas de negocio de FCC (el nuevo consejero delegado llevaba hasta ahora las riendas de la división industrial) con el objeto de exponer sus planes para el futuro y, al mismo tiempo, pasar un exigente examen ante las numerosas preguntas y consideraciones del propietario de una de las mayores fortunas del mundo.
De ello pueden dar fe los antecesores de Colio en el cargo, especialmente Juan Béjar, cuyas desavenencias con Slim quedaron de manifiesto en algunos consejos más tensos de lo habitual. De hecho, desde que el empresario azteca entró en el capital de la compañía, a finales del pasado 2014, tres personas han pasado por el cargo de primer ejecutivo.
Una nueva etapa
Los resultados de FCC en los últimos trimestres apuntan a que el proceso de saneamiento de la empresa está tocando a su fin y que 2017 podría ser el año del retorno de la rentabilidad, después de cinco años consecutivos en números rojos. El desafío para Pablo Colio consiste precisamente en iniciar una nueva etapa en el grupo destinada a la creación de valor.
De ahí que Slim quiera conocer de primera mano los planes del nuevo consejero delegado para crecer y, especialmente, el papel que otorgará a cada una de las divisiones de la compañía, en tanto en cuanto la idea inicial del empresario mexicano era que las áreas de medio ambiente y gestión integral del agua, que son los motores de la compañía, apoyaran a la de construcción, que atraviesa momentos delicados debido al desplome de la obra pública en España y de las dificultades del negocio internacional para la obtención de márgenes adecuados.
Los últimos contratos destacados que ha conseguido la compañía en el exterior han sido de la mano de empresas controladas por Slim, que también ha sido el encargado de salvar situaciones más que complicadas como la financiación para el contrato de la segunda línea del metro de Ciudad de Panamá, después de que algunas entidades financieras abandonaran el esquema inicial.
Mucho por hacer y mucho por tratar. Sin duda, se trata de un consejo clave para el futuro inmediato de FCC; de ahí que Carlos Slim no se lo haya querido perder. Al fin y al cabo, se trata de su mayor apuesta en España, con una inversión que supera ampliamente los 1.700 millones de euros.
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