Amenaza de conflicto laboral en Técnicas Reunidas. Tras lograr la empresa unos beneficios acumulados de más de 676 millones de euros en el último lustro (en plena crisis financiera mundial), su consejo de administración decidió subirse el año pasado su retribución un 39,5%, un porcentaje muy superior a la subida salarial reconocida para la plantilla para 2013, que fue del 1,25%. En concreto, los emolumentos del consejo (de los que sólo existen cifras agregadas y no se ha publicado desglose de cada uno de sus miembros) subieron 31,6 veces más que los de los empleados del grupo.
Más que la cuantía total percibida (2,7 millones de euros) por el consejo de la compañía, tradicionalmente uno de los más austeros del Ibex 35 y en el que se sienta un teórico socialista, el exministro Javier Gómez Navarro, el aumento sorprende teniendo en cuenta la política salarial de la primera empresa española de ingeniería, que tiene unos 4.000 empleados en España, muchos de los cuales "llevan seis años con el sueldo congelado", asegura una fuente sindical.
Para este año, la dirección de la compañía ha decidido que el aumento salarial medio para los empleados va a quedarse en el 0,5%, después de que la empresa haya decidido suprimir varios incentivos a su plantilla en España tras cerrar el ejercicio 2013 con las mayores cifras de ventas y pedidos de su historia.
La decisión unilateral de dejar sin efecto el convenio interno de empresa que regía desde junio de 1993, que ha empezado a reflejarse (sin previo aviso de la empresa) en las nóminas del mes pasado, ha provocado un profundo malestar en la plantilla, que ha visto reducirse la revisión salarial para este año al citado 0,5%.
En una carta remitida el pasado 24 de febrero al presidente y máximo accionista de la empresa, José Lladó Fernández-Urrutia, el Comité de Empresa de Técnicas Reunidas ha transmitido al octogenario exministro su “malestar” por esa revisión de medio punto porcentual, que, aseguran, “no cubre la carestía del coste de la vida en 2013, ni el aumento experimentado en tasas e impuestos de carácter autonómico y municipal”.
La subida de este año, del 0,5%, es "desalentadora" y no se corresponde con "la carga de trabajo creciente", avisa el Comité al presidente
“Esta desalentadora e insuficiente revisión salarial se añade a la que se ha producido en los últimos años, de forma que se viene acumulando una erosión del poder adquisitivo salarial del -3,15%”, continúa la misiva a Lladó, que demanda “una revisión salarial complementaria a la realizada para el colectivo mayoritario” de la plantilla y le recuerda que esta “carece de pluses, bonus u otros incentivos variables”.
“Consideramos que la carga de trabajo creciente [el grupo cerró 2013 con una cartera de pedidos récord de 6.377 millones de euros, un 3% más] permite llevarla a cabo [la citada revisión salarial complementaria] en estos momentos, siendo compatible el reparto de beneficios para los accionistas que creen en nuestra empresa con la mejora salarial de los que los generan. Recordamos que las dos cosas más importantes no aparecen en el balance de una empresa: su reputación y sus empleados”, concluye la carta.
La respuesta sindical no se ha quedado ahí. Tras esa misiva, el comité remitió el pasado lunes otra carta a Lladó solicitándole una reunión “lo antes posible” y advirtiéndole de que, “a la vista de los últimos acontecimientos que afectan a los trabajadores”, el Comité está “preocupado por las posibles consecuencias que pudieran originarse y que pueden afectar a la buena marcha de la empresa”.
En otra carta remitida ese mismo día al director de Recursos Humanos de Técnicas Reunidas, Francisco Martínez Bordiú, el comité le solicita “una explicación motivada” y una “rectificación urgente” de la decisión de “absorber la antigüedad a los trabajadores de la empresa sin garantizar su subida salarial” y le avisa de que el comité “valorará y determinará la responsabilidad de la empresa para preservar los intereses de los trabajadores conforme a los acuerdos laborales suscritos, tomando las medidas jurídicas que nos asistan”.
Esas medidas legales consistirían, apuntan fuentes sindicales, en la presentación de una demanda de conflicto colectivo por vulneración del convenio colectivo que la empresa, apoyándose en la última reforma laboral, ha decidido dejar de aplicar para aprovechar el convenio general de Ingeniería, que tiene peores condiciones.
Algunas fuentes interpretan la decisión de la empresa en clave de “venganza”, por el conflicto que tiene abierto Técnicas Reunidas en los tribunales con uno de los sindicatos con representación en la mesa de negociación, CCOO, por días de vacaciones que la empresa se niega a reconocer a determinados departamentos. Un contencioso que ha acabado en los tribunales y que, de momento, ha resultado desfavorable a la compañía.
Técnicas Reunidas, que el año pasado se adjudicó contratos por importe de 3.309 millones de euros en lugares tan diversos como Rusia, Venezuela, Bélgica, Turquía, Bolivia y Argelia, ha calificado 2013 como “un año muy positivo” en el que su beneficio neto cayó un 5,8%, hasta 128 millones, penalizado por el resultado financiero y la caída de márgenes.
Una de las empresas españolas que mejor ha soportado la crisis gracias a su internacionalización, la compañía tiene entre sus clientes a gigantes como Lukoil, Total, Repsol, Sonatrach, GDF Suez y Eni. Con sede en Madrid y fundada en 1960, España apenas supone un 3% de los ingresos del grupo, cuyo principal mercado es Oriente Medio, con el 34% de la facturación.
Al cierre del pasado ejercicio, la compañía, que apenas tiene deuda, contaba con una plantilla de 7.885 empleados, un 13% más que un año antes. Técnicas Reunidas, que salió a Bolsa en junio de 2006, se dedica a la ejecución completa de grandes proyectos llave en mano como refinerías, regasificadoras, centrales eléctricas, complejos petroquímicos y otras grandes infraestructuras, sobre todo, energéticas.
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