Todos los servicios suben y suben sus tarifas ante la resignación atribulada de la ciudadanía. No hay competencia de ningún tipo en las gasolinas, mucho menos en el recibo eléctrico y es escasa en la telefonía fija e internet. Pero si algo funciona bien en España, ése es el mercado de la telefonía móvil, uno de los de más competencia de toda Europa.
Una buena muestra de esa competencia la tenemos en la infidelidad de los usuarios a sus compañías. La agresividad de los operadores móviles en precios y ofertas es tal que el mercado se ha dado la vuelta en pocos años. Según los datos que manejan las compañías celulares a 30 de junio (los últimos oficiales de la CMT son de mayo), los dos grandes operadores tradicionales, Movistar y Vodafone, han perdido la friolera de un millón de clientes en el primer semestre de este año.
De enero a junio, de la marca móvil de Telefónica huyeron 558.000 clientes y de Vodafone, unos 520.000
De la conocida marca de Telefónica salieron huyendo en seis meses 558.000 clientes y a la antigua Airtel la abandonaron 520.000 usuarios. En total, se esfumaron 1,078 millones de clientes de los dos grandes operadores, criticados por las asociaciones de consumidores por tener aún unos precios por sus servicios más altos que la media del sector y por no haber simplificado sus, a veces, inentendibles sistemas tarifarios.
Y eso que Movistar y Vodafone se han esforzado este año en precisamente resolver ese talón de Aquiles que tantos clientes les ha hecho perder en los últimos años.
Jazztel, Orange, Yoigo y los OMV, con sus políticas más agresivas, son los que más daño hicieron a los operadores tradicionales
Estos dos gigantes internacionales de las telecos son los perdedores, los ganadores son más pequeños, pero mucho más agresivos. Jazztel es el líder indiscutible: en el primer semestre 'robó' a sus competidores 440.000 clientes, gracias en buena parte a su política de subvención de terminales móviles y a sus ofertas de packs convergentes (fijo, internet y móvil)
Le sigue Yoigo, con 76.000 nuevos clientes añadidos a su cartera. Tras ellos, el tercer gran operador en España, Orange, que robó a sus competidores unos 26.000 usuarios.
El resto de operadores (Ono…) y los móviles virtuales OMV (Pepephone, Happy Móvil, Euskaltel…), en su conjunto, se llevaron 535.000 clientes de las otras compañías.
En total, durante el semestre, 1,077 millones de clientes cambiaron de operador gracias a la portabilidad.
Los expertos del mercado consideran que la clave del éxito está en bajar los precios continuamente, subvencionar la compra de teléfonos más avanzados y simplificar las diferentes modalidades de precio para que el cliente entienda bien la factura.
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