El precio de una licencia para pilotar un coche con conductor (VTC) similar a las que precisan los Cabify o Uber alcanza ya los 40.000 euros en Madrid, según han explicado fuentes del Gobierno regional que conocen el mercado de este tipo de licencias. Hasta hace unos años no era difícil lograr uno de estos permisos, pero su uso era muy restringido a hoteles y empresas. Pero la aparición de Uber alentó la petición de estos permisos.
Tras la Aprobación de la Ley de Ordenación del Transporte se solicitaron algunas licencias. Hasta que se publicó el reglamento, unos meses después Ley, dar licencias quedó en el limbo y los jueces han obligado a otorgar algunas. Pero la publicación del reglamento cerró el cupo.
Fuentes de la Comunidad indican que en la actualidad no es posible lograr nuevas autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor (VTC) en Madrid “al existir una situación de desequilibrio entre el número de éstas y el de las de transporte público de viajeros en vehículos de turismo -autotaxi-, según la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres”.
En la actualidad no es posible lograr nuevas autorizaciones de arrendamiento de vehículos con conductor (VTC) en Madrid
En Madrid hay en la actualidad un total de 1.864 licencias para operar como coche de alquiler con conductor (VTC), sistema que utilizan Cabify y Uber. La primera tiene ya en la actualidad unos 120 chóferes.
Las licencias de taxis han llegado a bajar hasta los 145.000 euros con la aparición de los coches de Cabify o Uber. Sin embargo, fuentes de la Gremial del Taxi indican que han vuelto a subir a 180.000 al considerar el sector que los nuevos sistemas lo van a tener difícil en Madrid.
Denuncia a Cabify
Por otra parte, hace algunas semanas Fedetaxi y el sector estatal de carretera de CCOO presentaron una denuncia conjunta en la sede del Ministerio de Empleo y Seguridad Social “contra el entramado de empresas que operan bajo la conocida marca Cabify”. Ninguna autoridad del Ministerio recibió a los representantes del sector.
Estas dos organizaciones enmarcaron la denuncia “dentro de las actividades de control de la legalidad de la actividad de las plataformas digitales de intermediación en el transporte de viajeros, como ya se ha hecho con Uber y Blablacar”.
Los denunciantes señalan que “el entramado de empresas de Cabify, presuntamente podría estar reclutando chóferes para 'venderles' (simulando la operación como cesión) la necesaria autorización de transporte para llevar a cabo la actividad de alquiler de vehículos con conductor, que como particulares no pueden conseguir”.
Añadien que “a cambio de suministrarles clientes, recibe una comisión de entre el 20 y 25% de cada servicio de transporte y les vincularía a la adquisición de un vehículo determinado, financiado por el BBVA”. “Se dan de alta –añade CCOO- como falsos autónomos, colaboradores de la red, asegurándoles una retribución mensual mínima siempre que trabajen en exclusiva la aplicación durante, al menos, 60 horas por semana y la ‘puntuación’ de los usuarios no baje de una media de 4,5 estrellas sobre un total de 5 sistema”.
Las dos organizaciones han puesto también en conocimiento de las inspecciones de Trabajo, Hacienda y Transportes lo que consideran ‘dumping social’ por parte de esta plataforma digital, alternativa Uber.
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