Clic, clic. Imaginen que ese es el sonido al apretar la pantalla táctil del smartphone. “Una aplicación para conectarlos a todos”, que dirían los fans de ‘El señor de los anillos’. Pero lejos de la sorna se vislumbra un proyecto que atrae a los más reticentes y que con dos toques te permite tener un taxi en la puerta de tu casa, tu trabajo o tu lugar de ocio. Hailo “localiza al taxi que sirve en menos tiempo al pasajero porque prima que el cliente encuentre rápidamente un taxista”.
Son las palabras de Alejandro Sánchez, director general de la empresa en España, durante una entrevista con este diario. Son ellos, los taxistas de toda la vida, los que fundaron la empresa en Reino Unido en 2011. Desde ese día, Hailo se ha implantado ya en 6 países (Reino Unido, Irlanda, Canadá, Estados Unidos, España y Japón), cuenta con más de 53.000 taxis autorizados y se ha convertido en la app de referencia para más de un millón de pasajeros que ya solicitan su taxi desde sus dispositivos móviles.
Alejandro Sánchez quiere dejar claro que no funciona como el servicio tradicional ni como el “ilegal”.
Su funcionamiento es sencillo: esté donde esté y sea la hora que sea, con tan sólo dos toques de pantalla un usuario puede solicitar un taxi para que le recoja en el lugar indicado y le lleve allí donde quiera; conocer al taxista incluso antes de que llegue al poder ver foto, teléfono y matrícula del taxista así como conocer las valoraciones de otros. Además ofrecen la posibilidad de pagar directamente desde la propia aplicación, en efectivo o con tarjeta y valorar al taxista al finalizar el viaje.
“No funciona como una emisora. Nosotros ponemos en contacto pasajeros y taxistas con solo dos toques en el teléfono. No centralizamos, ni elegimos llamadas ni taxistas. Facilitamos y ponemos en contacto directo”. Alejandro Sánchez quiere dejar claro que no funciona como el servicio tradicional ni como el “ilegal”.
Hablamos de Uber, la aplicación que trae de cabeza al sector del taxi, al Gobierno y a la Unión Europea. “Tenemos clara cuál es nuestra posición”, dice Sánchez, a la vez que apela “al sentido común” para que aplicaciones como ésta no supongan un problema para aquéllas que sí cumplen con los parámetros legales que requieren los Estados. “Estamos a la expectativa de ver cómo evoluciona esta aplicación de ‘economía colaborativa’ y esperamos que la situación se pueda mantener sin problemas”. Afirma que Hailo se ciñe a la legalidad vigente y tiene un recado para Uber: “Otras aplicaciones no lo hacen y pueden sacar ventaja de una supuesta economía colaborativa, o tratar de mezclar nuevas tecnologías con competencia desleal. Así no hacemos las cosas".
¿Cuál es el beneficio?
En primer lugar, el pasajero no ve incrementado el precio que paga por un taxi al pedirlo. Es decir, si tradicionalmente al pedir un taxi por teléfono te cobran desde donde está el taxi hasta donde te recoge, al solicitar un taxi con la aplicación ese incremento desaparece. Es decir, sólo se paga desde que se monta en el taxi y hasta que se baja.
En segundo lugar, los taxistas, según ha podido saber Vozpópuli de primera mano, han visto incrementadas sus carreras por Madrid. “Además, si no trabajas por vacaciones o cualquier otra circunstancia, no te cobran comisión”, cosa que sí ocurre, por ejemplo, con las emisoras de toda la vida. La empresa, eso sí, se lleva el 10% de lo que gane el taxista con las carreras que realicen gracias a su aplicación. Y tienen 3.500 asociados entre Madrid y Barcelona. Echen cuentas.
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