Uber Technologies ha llegado a un acuerdo para vender su filial en el sudeste asiático a la singapurense Grab, su principal rival en la región, en lo que supone una nueva retirada de la plataforma estadounidense de servicios de transporte, que pactó en 2016 su salida de China y el año pasado llegó a un acuerdo similar en Rusia.
En concreto, la singapurense adquirirá las operaciones y activos de Uber en Camboya, Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Birmania, Singapur y Vietnam.
Según los términos del acuerdo, del que no se han revelado los detalles económicos, Uber se hará con el control del 27,5% de Grab y su consejero delegado, Dara Khosrowshahi, se incorporará al consejo de la singapurense.
Uber se hará con el control del 27,5% de Grab
Asimismo, como parte de la transacción, la mayor en el sector en el Sudeste Asiático, Grab integrará en su oferta los servicios de transporte compartido y reparto de comida de Uber.
Un paso atrás
"La adquisición de hoy marca el comienzo de una nueva era", declaró Anthony Tan, consejero delegando y cofundador de Grab, destacando que la fusión dará origen al líder tanto en plataforma como en eficiencia de costes en la región.
Por su parte, Dara Khosrowshahi, señaló que el acuerdo da testimonio del "excepcional crecimiento" de Uber en el sudeste asiático en los últimos cinco años.
Grap opera actualmente en 195 ciudades de ocho países del sudeste asiático y su aplicación ha sido descargada en 90 millones de dispositivos móviles. El acuerdo anunciado representa un nuevo paso atrás en la expansión internacional de Uber como compañía autónoma, después de que en 2016 llegase a un acuerdo para fusionar sus actividades en China con Didi, su mayor competidor en el país, mientras que el año pasado hacía lo propio en Rusia al combinar sus operaciones en el país con las de la compañía local Yandex.