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El último envite de Dimas Gimeno: pretende anular el ‘cónclave’ donde será cesado

El presidente de El Corte Inglés ha maniobrado junto con sus asesores jurídicos para tratar de aplazar la celebración del Consejo Extraordinario donde se debatirá su destitución, previsto para los próximos días. Alegará que ese asunto se debatió en la reunión ordinaria del pasado miércoles

Dimas Gimeno parece dispuesto a quemar todas sus naves antes de entregar la presidencia de El Corte Inglés a sus rivales. El todavía jefe de los grandes almacenes ha comenzado a maniobrar, junto a sus abogados, para tratar de anular el Consejo de Administración Extraordinario que está previsto para los próximos días, en el que se votará su continuidad en el cargo. A su juicio, este asunto se trató en la reunión ordinaria del pasado miércoles, de ahí que carezca de sentido celebrar un nuevo ‘cónclave’, "de urgencia", para volver a abordarlo.

Fuentes de la compañía han explicado que el pasado miércoles, durante la celebración del Consejo de Administración que sirvió para aprobar las cuentas anuales del grupo, Dimas Gimeno fue emplazado por el secretario de este órgano a abandonar la sala mientras se debatía sobre su continuidad en la presidencia, y así lo hizo. La medida no se votó, pero las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil aprovecharon para abrir el debate y manifestar su voluntad de destituirle en la reunión extraordinaria cuya celebración está prevista este mes.

Desde el entorno de Gimeno han asegurado a Vozpópuli que la actual normativa permite que las Juntas de Accionistas voten sobre la continuidad del presidente de una sociedad pese a que esta propuesta no haya sido incluida en el orden del día. Según estos informantes, la norma no especifica lo que ocurre en los Consejos de Administración, pero “se sobreentiende que debe actuarse con la misma lógica”.

Desde ese punto de vista, carecería de sentido que se debatiera en junio sobre el cese de Gimeno si este tema se trató en la última reunión ordinaria, aunque se hiciera fuera del orden del día (en el turno de ruegos y preguntas), manifiestan estos informantes, en consonancia con la opinión de otros expertos jurídicos consultados por este medio.

Otras fuentes del Consejo aseguran que Dimas Gimeno está actuando “a la desesperada” y tratando de aferrarse a su cargo con maniobras como ésta, que no dará resultado, a su juicio. “Eso sí, podría dar origen a un nuevo pleito entre familiares”, lamentan.

Convocatoria del Consejo

Los consejeros que quieren desahuciarle de su puesto enviaron el pasado 9 de mayo una carta a El Corte Inglés –recibida el día 10- para solicitar la citada reunión extraordinaria. A partir de ahí, se activó una cuenta atrás de un mes para la convocatoria formal del cónclave, que deberá celebrarse en los próximos días. Presumiblemente, esta semana. En opinión de las fuentes jurídicas consultadas por este periódico, el hecho de que el cese de Gimeno se debatiera la semana pasada deja sin efecto la carta por la que se solicitó la convocatoria del Consejo Extraordinario.

Durante los últimos meses, Gimeno ha tenido en su contra a la mayoría del capital, lo que, entre otras cosas, provocó que el pasado octubre perdiera el poder ejecutivo en favor de Jesús Nuño y Víctor del Pozo, actuales consejeros delegados. Eso hace prever que será destituido en la próxima reunión.

Ahora bien, Gimeno pretende apurar sus últimas opciones de mantenerse en el cargo y desde su entorno confían en que alguno de los miembros del Consejo de Administración cambie de parecer durante los próximos días. En este sentido, su mirada apunta a Florencio Lasaga, representante de la Fundación Ramón Areces (37% de las acciones) y quien podría verse salpicado por las irregularidades en la gestión de algunas divisiones de la empresa que Gimeno ordenó investigar hace unos meses.

Lasaga declinó pedir el cese del presidente en el anterior Consejo de Administración, en contra de los deseos de las hermanas Álvarez Guil. Por su parte, Carlos Martínez Echevarría -el otro miembro del conocido como 'clan Navarro'- se ausentó de la cita y delegó su voto en el socio catarí, el jeque Hamad bin Jassim bin Jaber, quien ha tenido una posición neutral -aunque crítica con la gestión- durante toda esta batalla. 

Lo que parece claro es que esta guerra sucia continuará más allá de junio y mantendrá enfrentados a los descendientes de Isidoro Álvarez. Fuentes internas inciden en que, tras la caída de Gimeno, Marta Álvarez pretende encaramarse al cargo que quedará vacante, el más alto del organigrama. Ahora bien, entre el ‘bando rebelde’ han surgido grietas que han minado sus opciones de lograrlo, de ahí que hayan empezado a barajarse otros nombres. Incluso ajenos a los apellidos Álvarez y Areces.

La intención es que, después de la Junta de Accionistas de agosto, Lasaga y Martínez Echevarría -octogenarios- sean renovados en sus cargos, algo que apoyaría la banca acreedora ante las dudas que despierta la figura de Marta Álvarez. Al igual que el jeque catarí, las entidades financieras apuestan por una mejora del gobierno corporativo que implique una profesionalización de la gestión; y esperan una rápida salida a bolsa de la compañía. En este sentido, consideran que la hija de Isidoro Álvarez no es la mejor opción para lograr este fin, explican fuentes de estas empresas.

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