José Luis Contreras, que fue responsable de la división inmobiliaria de Santander hasta 2011, asociado con otros empresarios inmobiliarios y financieros, ha acordado recientemente la adquisición del 4,3% que Unicaja mantenía en Reyal Urbis. La entidad financiera superó el 3% del capital de la inmobiliaria en junio de 2010, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cuando la compañía cotizaba en el entorno de los dos euros por acción, por lo que entonces su participación tenía un valor cercano a los 25 millones de euros. Cuando Reyal fue suspendida en Bolsa, en febrero de 2013, cotizaba a 0,12 euros por título.
Los empresarios españoles han acometido la operación a través de la sociedad Vertrauen Real Estate. Además de Contreras, forma parte del nuevo accionista de Reyal Urbis, Fernando Moliner Robredo, arquitecto, director general de Actívitas Inversión Inmobiliaria. ¿Qué han visto estos empresarios españoles en una compañía que protagonizó en 2013 el segundo mayor concurso de acreedores ocurrido en España después de Martinsa Fadesa? ¿Qué han visto ellos que ha pasado desapercibido a los habituales fondos de inversión extranjeros que se hicieron tras el estallido de la burbuja financiera con las inmobiliarias españolas que sucumbieron a la crisis?
Reyal Urbis lidera la lista de los mayores morosos de Hacienda
"Creemos que la situación de Reyal Urbis no es tan mala como pueda parecer y que puede ser viable", sostiene una fuente cercana a Vertrauen Real Estate consultada por Vozpópuli, sin dar más pistas. Examinando las cuentas de Reyal Urbis y su actual situación concursal, la compañía sería para muchos la última por la que apostar un euro.
La inmobiliaria, presidida y controlada por Rafael Santamaría, solicitó concurso de acreedores el 19 de febrero de 2013, siendo declarado el 4 de marzo de ese año, con un pasivo de 4.301 millones de euros, el segundo mayor ocurrido en España tras el de Martinsa Fadesa (unos 7.000 millones de euros de deuda). Reyal presentó un convenio de acreedores para dejar atrás el concurso en septiembre de 2015 y evitar la liquidación. Desde entonces, los juzgados han rechazado la propuesta y la compañía ha presentado recursos alargando el proceso.
En 2016 Reyal Urbis ingresó sólo 19,8 millones de euros (90,3 millones en 2015), una cifra que nada tiene que ver con los importes de negocio que alcanzó la compañía durante los años del boom, superiores a los 2.000 millones de euros. El pasado año registró pérdidas de 150,8 millones (152,4 millones en 2015). El valor de los activos del grupo con sede en Madrid era a 31 de diciembre de 2016 de 911 millones de euros; la compañía llegó a gestionar activos inmobiliarios con un valor superior a los 3.000 millones. La compañía lidera la lista de los mayores morosos que Hacienda publicó por última vez el pasado mes de junio, con una deuda de 368 millones de euros.
No es la primera vez que José Luis Contreras invierte en una inmobiliaria por la que pocos apostarían. En 2014, a través de la consultora Eneas, se hizo con la filial de suelo de Colonial, Asentia, en una operación en la que también participó César Goyache, ex directivo de la consultora Alvarez & Marsal.
Expertos del sector inmobiliario consultados consideran que quizá los nuevos accionistas de Reyal Urbis confíen en que la compañía pueda evitar la liquidación y, a cambio de un precio prácticamente igual a cero, se hayan posicionado en la empresa de cara a un futuro reparto ordenado de los activos entre los acreedores o a la ejecución de opciones sobre acciones de antiguos accionistas de la inmobiliaria.
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