Repsol logró en 2017 sus mejores resultados de los últimos seis años, en un entorno de precios del petróleo mucho más moderado que entonces. La bonanza de las cuentas ha permitido a la compañía presidida por Antonio Brufau proceder a un notable ajuste del valor de sus activos en Venezuela, sin duda su plaza exterior que atraviesa por mayores dificultades. La petrolera ha aprovechado para reducir considerablemente su exposición patrimonial al país latinoamericano con una provisión de 695 millones de euros, significativamente superior a las realizadas en ejercicios anteriores.
En su informe anual, Repsol explica que ha llevado a cabo una evaluación de la capacidad para recuperar sus inversiones en Venezuela "como consecuencia de los acontecimientos recientes" que han provocado que el riesgo país aumente de forma considerable. La petrolera menciona algunos factores que han contribuido a generar este clima como la grave recesión económica, la disparada inflación y las dificultades provocadas por la falta de abastecimiento de algunos productos básicos.
La evaluación llevada a cabo por Repsol ha tenido como consecuencia el registro de deterioros de valor de los activos del grupo en Venezuela por 716 millones de euros, de los que 627 millones se corresponden con el deterioro del valor de entidades participadas; 66 millones, con el deterioro de intangibles; y 23 millones por deterioro de otros activos financieros). El impacto en resultados recoge la provisión llevada a cabo por este capítulo en 2017: los mencionados 695 millones de euros.
Gracias a la provisión, Repsol ha reducido su exposición a Venezuela hasta los 1.480 millones de euros, de acuerdo con el referido informe anual, aunque el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, situó la cifra en el entorno de los 1.300 millones de euros en el transcurso de la conferencia con analistas con motivo de la presentación de resultados del año.
Reversión por Reino Unido
Al cierre de 2015, esta exposición era de 2.400 millones de euros y apenas se redujo el pasado 2016, en el que las provisiones relacionadas con el deterioro de los activos en Venezuela fueron de poco más de 200 millones de euros.
No obstante, las provisiones por la situación en el país latinoamericano han podido ser en parte compensadas por otras partidas que también se recogen en el informe anual. Sin ir más lejos, la reversión de las provisiones llevadas a cabo en relación con los activos en el Reino Unido, que han alcanzado los 911 millones de euros, de acuerdo con fuentes de la petrolera, un movimiento que se ha debido a la considerable mejora obtenida en la explotación de estos activos.
Los denominados resultados específicos, que incluyen los movimientos de provisiones para saneamientos contables, arrojan una cifra negativa de 388 millones de euros.
Apuesta por Venezuela
El saneamiento de una buena parte de la exposición a Venezuela permitirá a Repsol seguir apostando por el país latinoamericano. "Es uno de los países con mayores reservas y tenemos una sólida posición en él. Seguiremos allí porque estamos convencidos de que seguirá habiendo oportunidades y estamos seguros de que podremos incrementar las nuestras", aseguró Imaz ante los analistas.
El mercado acogió con entusiasmo los resultados obtenidos por Repsol, cuyo beneficio ha vuelto a alcanzar cotas similares a las de 2012, pero con un entorno de precios muy diferente, toda vez que aquel año el barril de crudo registró una cotización media de 112 dólares, frente a los 54 dólares de 2017. Las acciones de Repsol logaron alzas del 3,48%, hasta 14,70 euros.
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