Ideal para parejas y familias jóvenes. Así se promocionaban hace ya más de un año las 63 viviendas que VITRA, el conjunto de cooperativas de viviendas impulsada por la Confederación Sindical de Comisiones Obreras (CCOO), planeaba levantar en la madrileña avenida de La Peseta, en el Ensanche de Carabanchel. Tres dormitorios, un baño, un aseo, una cocina, un salón comedor y una terraza tendedero componían el interior de los pisos y, "para el disfrute de los residentes", varias zonas comunes como una piscina, un jardín y un área de juegos infantiles.
Se trataba de un proyecto de viviendas de protección pública de precio limitado, las conocidas VPLL, cuyos precios, en función de las alturas, variaban entre los 2011, 70 y los 2134, 87 euros por metro cuadrado, una promoción que consiguió captar a decenas de futuros residentes. Atraídas por la oferta, varias familias no dudaron en sumarse como cooperativistas y entregar una señal de cerca de 3500 euros a VITRA -cuya gestión depende de GPS Gestión con CCOO como titular- para garantizar su interés en ocupar una de las viviendas. Pero el suelo, propiedad del Ayuntamiento de Madrid, aún no ha salido a concurso y sus proyectos de vida se han visto paralizados. Ni siquiera saben si podrán recuperar las cantidades invertidas como reserva y tampoco si lo harán íntegramente. "Esperábamos que el suelo saliese a concurso en mayo del año pasado y, según nos informaron desde VITRA, para junio ya podían empezar a construir, una construcción que tardaría cerca de dos años y medio", explica una de las afectadas.
"El nuevo Ayuntamiento nos dijo que sobre primavera de este año tendrían claro si lanzan el concurso del suelo", dice Francisco Naranjo, presidente de VITRA Madrid
Lejos de quedarse de brazos cruzados, los 'futuros' residentes han presionado a la cooperativa hasta que esta ha ofrecido una reunión informativa a los afectados y ha reconocido que la paralización se debe al "cambio de Gobierno" en el consistorio.
"El nuevo Ayuntamiento no sacará el suelo a concurso hasta que no se entere bien del tema. Nos dijeron que están estudiando todo y que sobre primavera de este año tendrían claro el asunto, pero no se comprometen a lanzar el concurso ni lo aseguran, están estudiando todos los papeles anteriores", reconoce a Vozpópuli Francisco Naranjo, presidente de VITRA Madrid.
Carlos Lasheras, director general que los concursos de suelo municipal, explica que "el Ayuntamiento está estudiando actualmente otras formas de plantear la gestión de suelo distintas a la transmisión de titularidad, como puede ser la cesión del derecho de superficie o la transmisión de suelos protegidos a la EMVS, por ejemplo". Así, la parcela 461 de propiedad municipal, de la Unidad de ejecución 1 del PAU 2.1 Carabanchel, al igual que otros proyectos, se han parado tal y como estaban planteados anteriormente según confirma Lasheras a este diario.
Primará menos la oferta económica
"Están en fase de análisis los nuevos pliegos de condiciones de los concursos en los cuales se primará menos la oferta económica y más los aspectos sociales, medioambientales, técnicos o de accesibilidad", explica. Desde el consistorio gobernado por Manuela Carmena informan que la parcela en cuestión iba a salir a concurso público durante la anterior legislatura junto a otras tres más, pero no llegó a hacerlo y a día de hoy está parado, "no anulado", especifican, a la espera de una decisión política al respecto.
Con respecto a VITRA, el Ayuntamiento afirma que la cooperativa "había manifestado su interés por esa parcela, pero nada más", por lo que, en caso de que se hubiera celebrado, esta rama de CCOO se habría presentado junto con otros concursantes. A ojos de los afectados, la "pelota" pasa del tejado de VITRA al del consistorio, y viceversa. Si desde la cooperativa esperan una respuesta del Ayuntamiento en primavera sobre el camino que tomará su proyecto, desde el Ayuntamiento apuntan que "no habría seguridad absoluta de que hubieran resultado adjudicatarios del concurso".
Devolución de las cantidades
Aunque Naranjo, presidente del conjunto de cooperativas en Madrid, indica que a los afectados se les dijo que si no querían seguir con la promoción solo tenían que pasar por las oficinas de VITRA GPS para que se les devolviesen las cantidades, el contrato de reserva entre los cooperativistas y la cooperativa, figura una cláusula en la que se advierte que al titular, en caso de solicitar formalmente la baja, solo se le devolvería el 70% del importe de la reserva, desde el momento de la elección y hasta la suscripción del contrato de inscripción y abono de entrada, cuando el suelo esté en fase de adquisición. Además, el titular debe ser "sustituido en sus derechos y obligaciones por otro titular que suscriba la reserva de la vivienda objeto de elección".
Si los afectados no quieren seguir con la promoción "solo tienen que pasar por las oficinas de VITRA GPS para que se les devuelva la reserva"
De este modo, el otro 30% quedaría en poder de la cooperativa, según VITRA, "como compensación por los perjuicios causados". Sin embargo, Naranjo asegura a este diario que, si finalmente no sale a concurso, se procedería a la devolución de las cantidades que han dado porque se trata de un proyecto totalmente nuevo."Esta reserva solo muestra el interés por esa promoción”, añade.
"Al actuar como cooperativa dependemos del dinero de los socios por si se nos adjudicara el concurso y así poder pagar la parte correspondiente al Ayuntamiento cuando presentas la oferta al concurso", dice sobre esta práctica que califica de "habitual".
Joaquín Verdegay, abogado y presidente de la Sección de Urbanismo del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), explica que si una cooperativa no actúa de esta forma -solicitando reservas de viviendas antes de que les puedan ser adjudicadas- disponen de muy poco margen de tiempo. "No puedes ponerte a buscar interesados en una determinada operación cuando va a salir a concurso o a adjudicación de inmediato porque te dan 15 días para presentar la oferta, no da tiempo a buscar a 60 o 200 personas", aclara.
El rol de la gestora
Sin embargo, asegura, en materia de reservas "una cosa es la normalidad y otra la legalidad". "Normalmente esto se hace así porque no se puede hacer de otra manera", dice. La legalidad, advierte, entra en lo que la gestora de cooperativas haga con el dinero. "Si no lo deposita donde tiene que hacerlo; si no lo destina donde debe y si no garantiza las señales de una forma medianamente solvente, entonces podría hablarse de ilegalidad", afirma.
"Es la gestora que administra la cooperativa la que tiene que cumplir con las obligaciones de usar el dinero para pagar el solar o la reserva de viviendas" señala. Sobre los cerca de 3500 euros abonados por los afectados de la avenida La Peseta, considera que se trata de "una cantidad alta para reserva, pero escasa para compra".
"Es legal lanzar promociones sin tener el terreno, siempre y cuando las cantidades estén garantizadas o afianzadas", dice Nacho Rivera, abogado del despacho Pedro Rojo Piqueras
"Si no sale a concurso el suelo y el titular pide la deolución habría que remitirse a lo pactado en el contrato", afirma. Con respecto a la posibilidad de que la cantidad pueda no devolverse de forma íntegra, Verdegay plantea que se debe a que la cooperativa tiene que invertir tiempo y dinero en escribir su oferta; en buscar financiación bancaria, en cumplir los requisitos del concurso... "El contrato es el que va a marcar la pauta, es absolutamente legal siempre que esté pactado. Lo que no sería legal es todo aquello que implique un incumplimiento de lo pactado como el 'ahora no te lo devuelvo porque no tengo o porque no puedo' o el 'no te preocupes que te lo aplico para otra promoción'", alerta.
Nacho Rivera, abogado de Pedro Rojo Piqueras, despacho especialista en cooperativas, respalda que, además de habitual, es perfectamente legal comercializar y vender viviendas sin tener el suelo adjudicado aunque quizá pudiera contravenir lo dispuestos en la Ley de Consumidores por publicidad engañosa.
"Es legal lanzar promociones sin tener el terreno, siempre y cuando las cantidades estén garantizadas o afianzadas de algún modo. "Si finalmente el proyecto no sale adelante, deberían devolverles las cantidades entregadas a cuenta, aunque quizá sea éste el problema mayor porque normalmente las cooperativas ponen muchas pegas para devolver el dinero y en muchas casos hay que ir al Juzgado a que nos reconozcan la devolución", considera.
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