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Vodafone pasa al ataque y estudia la compra de Ono o Jazztel para crecer en España

El grupo británico se está quedando atrás en banda ancha y prepara un plan de choque. Dispone de 98.000 millones de euros para invertir y tras hacerse con sendas telecos en Reino Unido y Alemania, ahora estudia la compra de ONO o Jazztel.

El grupo británico Vodafone mueve ficha en España para no quedarse atrás en el pujante negocio de la banda ancha en el que los otros dos grandes operadores de telefonía móvil, Movistar y Orange, se han movido con mayor celeridad y acierto.

Así que la teleco de color rojo, para revertir esta situación, ha puesto sus ojos en las dos compañías de banda ancha más pujantes en España, ONO y Jazztel.

Según confirman fuentes financieras, Vodafone ha comenzado a analizar en detalle las cuentas de ambas compañías y sus acuerdos accionariales y de control, con vistas a una posible adquisición esta primavera.

El gigante británico dispone de 98.000 millones de euros, recién llegados a su caja por la venta del 45% de Verizon Wireless, para reforzar su posición en los mercados en los que ya está presente, especialmente en los negocios de banda ancha e internet.

Ya en 2012 compró Cable & Wireless Worldwide, una empresa de banda ancha para servicios corporativos con fuerte presencia en Reino Unido. En junio de 2013, Vodafone también anunció la adquisición del 76,57% del operador alemán de cable Kabel Deutschland Holding (KDH), y ahora le toca el turno a España, señalan las fuentes financieras consultadas.

El grupo británico ha comprado sendas compañías de banda ancha en Reino Unido y Alemania y ahora prevé hacerlo en España, otro de sus principales mercados objetivo

El grupo británico codirigido en España por Francisco Román y Antonio Coimbra, presidente y consejero delegado respectivamente, ha visto como año tras año ha ido cediendo posiciones en el lucrativo negocio móvil español (en 2013 perdió 823.000 clientes, aunque Telefónica perdió más de un millón) sin poder compensar estas caídas con la mejora de su posición en el mercado de banda ancha e internet.

Y es en este negocio donde ONO y Jazztel se han forjado como compañías en España. El operador presidido por José María Castellano cuenta con más de 900.000 clientes de banda ancha, una base que unida a la de Vodafone conferiría a la multinacional británica una cuota de mercado del 21% en este negocio, con 2,4 millones de usuarios.

De un plumazo, Vodafone se afianzaría aún más en su segunda posición en el mercado español, por detrás de Orange, su actual socio para el despliegue conjunto de red.

Expansión informaba el pasado sábado de que los accionistas de ONO, principalmente fondos de capital riesgo anglosajones, estarían negociando con Vodafone una posible operación de compra venta en paralelo al plan de salida a Bolsa que prepara la compañía.

ONO estaría valorada en 6.400 millones de euros, con 3.400 de deuda, mientras Jazztel capitaliza en Bolsa en el entorno de los 2.170 millones

Fuentes financieras señalaron a Vozpópuli que el grupo británico está analizando las situación financiera y de reparto accionarial no sólo de ONO sino también de Jazztel, la compañía controlada por Leopoldo Fernández Pujals, cuya estrategia en los últimos años la ha encumbrado al 'top five' de las telecos en España.

Vale en Bolsa unos 2.171 millones de euros, después de más de año y medio de subidas continuadas acompañadas de éxitos en su estrategia, según señalan los informes de los bancos de inversión. Ha superado con creces sus previsiones para 2013, con más de 1,5 millones de clientes en ADSL, en torno a un millón en telefonía móvil, ingresos por encima de 1.000 millones de euros y un ebitda de 175 millones, según las cifras estimadas para el pasado año.

Además, mantiene un acuerdo con Telefónica para el desarrollo conjunto de red de fibra óptica, que según las fuentes consultadas no sería un impedimento de cara a una operación de compra por parte de Vodafone.

Telefónica ha redoblado su apuesta por la fibra, elevando su objetivo de hogares pasados a 7 millones en 2014, lo que pone mucha más presión a sus dos grandes competidores, Vodafone y Orange

Precisamente, uno de los elementos que más está presionando a Vodafone para que mueva ficha en banda ancha en España es que el grupo que preside César Alierta ha redoblado su apuesta por este negocio, elevando a 7 millones el número de hogares pasados con fibra a finales de este año.

El grupo británico se ha dado unos meses para analizar bien qué opción es la que más se adapta a sus objetivos en España. ONO está controlada por un pool de fondos de capital riesgo que poseen un 54,5% del capital y están deseando vender, después de entre ocho y diez años en la compañía. El grupo podría estar valorado en 6.400 millones de euros, pero su deuda supera los 3.400 millones.

En paralelo, Jazztel es una empresa muy saneada, 'opable' como señalan muchos analistas, y con el capital muy repartido (Pujals, su principal accionista, controla un 15%, y el resto de inversores está por debajo del 5%), pero con una base de clientes muy inferior a la de ONO en banda ancha.

Mientras Vodafone deshoja su margarita, su gran competidor, Orange, mira de reojo a los posibles movimientos en el mercado, sabedor de que si uno mueve ficha, el otro quizá se vea obligado a hacerlo también, en un proceso de concentración en el mercado de las telecos que parece no tener vuelta atrás.

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