Las palabras del presidente de grupo Volkswagen este pasado martes, avisando a su plantilla de que el ajuste necesario de la empresa tras su 'dieselgate' "va a ser doloroso", han caído como un jarro de agua fría en los 16.000 trabajadores que el grupo tiene en sus factorías en España, 12.000 en la planta barcelonesa de Martorell (donde se fabrican los Seat Ibiza, León, Altea y Exeo y el Audi Q3, que supone un tercio de su producción) y otros 4.000 en la fábrica navarra de Landaben, donde se ensamblan en monocultivo, desde hace más de dos décadas, los distintos modelos del Volkswagen Polo.
Ambos centros industriales afrontan situaciones muy distintas. En Navarra, la compañía ha informado al comité de empresa, a través de Thomas Ulbrich -responsable de Producción y Logística de la multinacional- de que no están en juego las inversiones para su modelo de Polo A07, ya que "se mantienen a día de hoy según lo previsto". Este nuevo Polo debería empezar a fabricarse en 2017, aunque las sanciones millonarias que tendrá que afrontar la compañía (para las que ya está provisionando importantes cantidades) y la mayor sensibilización de la sociedad a raíz de este escándalo hacia vehículos menos contaminantes como los eléctricos de Tesla, hacen impredecible saber qué va a ocurrir de aquí a dos años o si el mercado seguirá demandando los mismo vehículos que ahora. Esta inversión en Navarra sería de unos 1.000 millones de euros.
Martorell produce desde 2011 el Audi Q3 y se le ha asignado el Audi A1, lo que mantendría la producción de la planta además de la marca Seat
El comité de empresa navarro se ha mostrado satisfecho con estas informaciones por parte de la matriz, que valoran positivamente. Aún con incertidumbre, la situación es mejor que la que sufren los trabajadores de Seat, una marca que lleva dando pérdidas al grupo desde hace años y que perdió 65,7 millones de euros en 2014, aunque parecía darse la vuelta en el primer trimestre de 2015.
En Martorell la situación de los trabajadores es más intranquila y Matías Carnero, presidente del comité de empresa de Seat, se ha declarado "preocupado e intranquilo" tras asistir a la reunión mundial en Wolfsburgo. La emblemática marca española situada en Barcelona por Francisco Franco recibió una importante inversión del grupo en 2011 para fabricar el Audi Q3, que está siendo un éxito de ventas y supone un tercio de su producción. En julio la planta se llevaba un apoyo público tras comunicar Volkswagen que se llevaba la producción del A1 de Bégica a España, pero estos movimientos quedan ahora en el aire tras el drama que va a suponer para la compañía unas multas que podrían ascender a 18.000 millones de euros en Estados Unidos por violar sus leyes medioambientales.
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