La primera oleada de resultados de 2012, anunciada por la gran banca hace tres semanas, adelantaba un 'annus horribilis' para el sector financiero español. Sin embargo, los datos en rojo que publicarán las entidades nacionalizadas y que recibirán ayudas de la Unión Europea confirmarán que 2012 ha sido el peor ejercicio para la banca española. Hasta septiembre pasado, el sector registraba unas pérdidas de 13.869 millones después de impuestos, según los datos publicados ayer por el Banco de España. Una cifra que superará los 35.000 millones en números rojos cuando todo el sector publique sus cuentas, según fuentes financieras.
El deterioro de los balances durante 2012 fue evidente en el sector. La fuerte exigencia en provisiones (alrededor de 80.000 millones) por el efecto de los dos decretos Guindos llevó a la banca a unas pérdidas netas de 13.869 millones en los nueve primeros meses del pasado ejercicio. Casi el mismo saldo negativo (14.717 millones en pérdidas) que en todo 2011. De confirmarse las estimaciones del sector, la banca habrá triplicado sus pérdidas entre diciembre de 2011 y doce meses después. Sin descontar impuestos, el sector perdió en los tres primeros trimestres de 2012 un total de 20.396 millones. Los créditos fiscales por valor de 5.912 millones disminuyen la cifra en esos nueve primeros meses.
La relación entre el efecto del primer 'Guindazo', que obligó a las entidades a realizar provisiones por valor de 50.000 millones para sanear su ladrillo tóxico, promulgado hace un año, con la aparición de pérdidas es sintomática. Entre abril y junio pasados, el sector registró unos números rojos netos por valor de 11.926 millones, según datos del supervisor. Mientras, en el tercer trimestre, las minusvalías aumentaron en otros 3.003 millones.
Hasta octubre, la cuenta de resultados de las entidades cuatro entidades nacionalizadas ya evidenciaban síntomas de su deterioro, a la espera de la inyección de los 40.000 millones provenientes del rescate europeo. De esta cifra, casi la mitad, 17.960 millones se destinarán a Bankia, mientras que 5.425 millones serán para Novagalicia; 9.080 millones para CatalunyaCaixa y otros 4.500 millones para Banco de Valencia.
La banca hizo uso de 5.912 millones en créditos fiscales durante los nueve primeros meses en 2012, lo que rebajó las pérdidas hasta los 13.869 millones
Este volumen de los fondos europeos se equiparará, en algunos casos, con el nivel de minusvalías. Así, José Ignacio Goirigolzarri confirmaba que Bankia perdía 7.053 millones en los nueve primeros meses, mientras que, en el mismo período, Banco de Valencia registraba unos números rojos de 3.309 millones. En el caso de Novagalicia y Catalunya Caixa sus pérdidas en los seis primeros meses ascendían a 1.874 millones y 1.444 millones, respectivamente.
Estas cuatro entidades soportarán la mayor carga de ese volumen de pérdidas que superará los 35.000 millones. De hecho, Bankia aglutina más de la mitad de la cifra. Los números rojos de la entidad presidida por Goirigolzarri, que presentará resultados el próximo 28 de febrero, rondarán los 19.000 millones. En el caso de Catalunya Caixa y Novagalicia los niveles rozarán los 8.000 millones. Fuentes de la entidad gallega reconocen que sus pérdidas a finales de 2012 serán muy próximas a los 8.000 millones. Mientras, varias entidades que estudian los números de Catalunya Caixa confirman que el deterioro del balance puede llegar incluso a los 12.000 millones.
La única entidad nacionalizada que ya ha publicado sus cuentas anuales es Banco de Valencia. La entidad levantina, adquirida por Caixabank, cerró 2011 con unas pérdidas de 3.585 millones. Mientras, CEISS, que acabará nacionalizada si, como parece, no se cierra la fusión con Unicaja, podría elevar sus números rojos desde los 125 millones (hasta julio) hasta el entorno de los 1.000 millones, según fuentes del sector.
El efecto de los dos decretos Guindos y las exigencias de los planes de recapitalización impuestas por Bruselas complican a BMN, Liberbank y Caja 3 sortear los números rojos a cierre de año, tras evitar la valoración patrimonial negativa por parte del Banco de España.
A todas estas cifras hay que sumar los números rojos firmados por Banco Popular, un deterioro que le obligó a acometer una ampliación de capital por valor de 2.500 millones. La entidad presidida por Ángel Ron registró unas pérdidas de contables de 2.461 millones de euros en 2012, frente a un beneficio de 483,97 millones de un ejercicio antes, tras provisionar 9.600 millones de euros en un solo año, de los 4.258 millones corresponden a los dos efectos Guindos, y cumplir anticipadamente todas las nuevas exigencias regulatorias.
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