Gran parte de los 19 empresarios gallegos que invirtieron 70 millones de euros, en diciembre de 2011, para ayudar a la recapitalización de Novagalicia, ya bajo el control casi exclusivo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), demandarán a este organismo del Banco de España por haberles presentado una situación patrimonial de la entidad que no correspondía a la realidad.
Antes de la demanda, este grupo de accionistas, entre los que se encuentran importantes empresarios gallegos como Manuel Jove, Manuel Añón o Luis Fernández Somoza, ya ha presentado un recurso contra el FROB por la vía contenciosa-administrativa. En este primer paso, los empresarios han presentado un informe que recoge la valoración que realizó el FROB de Novagalicia. Por entonces, el organismo del BdE valoraba a la entidad gallega en el entorno de los 180 millones de euros, según explican fuentes cercanas a estos empresarios.
Un año después, el valor de Novagalicia arroja una déficit cercano a los 3.000 millones, debido a que la recapitalización con el dinero proveniente de Europa (5.425 millones) ha obligado a que accionistas y titulares de preferentes y otros productos híbridos tengan que sufrir importantes pérdidas para minimizar las ayudas públicas.
En esta operación acordeón -reducción de capital a cero y ampliación posterior por el importe de la ayuda europea para dejar la entidad recapitalizada-, este grupo de accionistas perdió toda su inversión, que suponía el 2,59% de Novagalicia. Además, los empresarios alegan que ahora han conocido que, en abril de 2012, se reformularon las cuentas del banco de 2011, por cambios contables en la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, que arrojaron unas pérdidas para el banco de 168 millones.
Los empresarios gallegos entraron en Novagalicia tras la llamada del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoó
"De haber conocido todas estas circunstancias, la decisión acerca de la inversión hubiera sido otra muy diferente. Este grupo no entró en la entidad para hacer negocio, sino para ayudar", explican desde el entorno de un par de estos empresarios, que recibieron la llamada de Alberto Núñez Feijoó, presidente de la Xunta, para acudir a la ayuda de la entidad gallega. "Había poco margen para una negativa", insisten estas fuentes.
"Además, como Castellano y González Bueno (presidente y consejero delegado de la entidad, respectivamente) también ponían dinero de su bolsillo, pues eso ponía un plus de tranqulidad", confirman. En este sentido, ninguno de los dos directivos de la entidad tiene previsto sumarse a estas denuncias contra el FROB.
En este recurso, los empresarios también denuncian que el FROB, accionista mayoritario, acordó unilateralmente la ampliación de capital sin haber convocado una junta de accionistas. Sin embargo, el segundo plan Guindos concede al FROB, en aquellas entidades en las que es el accionista mayoritario, discrecionalidad en sus decisiones sin tener que convocar una junta de accionistas previa.
La demanda contra el FROB se producirá de forma individual por parte de cada una de estos 19 empresarios. "Probablemente no todos reclamen finalmente, pero sí la gran mayoría", aseveran estas fuentes. La razón de la denuncia individual se debe a que no todos los empresarios cuentan con el mismo porcentaje de acciones, aunque la estrategia será conjunta.
En esos 17 primeros inversores figuran quince grupos empresariales y dos empresarios a título particular. Con una inversión media de 3,7 millones por inversor, la lista facilitada por la entidad incluye a los grupos Azkar, Cumagal, Copasa, Egasa, Gadisa, Hierros Añón, Hijos de Rivera, Inveravante, Inversión Gallega de Cable; Igalux Innova, Jealsa Rianxeira, Ranave; Rodman y San José.
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