EDM anunció la semana pasada que comenzará a dar servicios en Suiza, mientras tanto, el registro de Sicavs en Luxemburgo por parte de entidades españolas aumenta. Las firmas domésticas pelearán por hacerse con patrimonios en esos dos mercados, hasta hace poco tiempo opacos. Las bancas suizas han dejado de tener la ventaja competitiva que les otorgaba el secreto bancario y los grupos españoles ven una oportunidad allí.
En una entidad bancaria independiente señalan que “estamos a punto de recibir la autorización de la Sicav luxemurguesa, desde la que queremos comercializar nuestros productos, pero de la que también podremos colgar carteras discrecionales”, comentaban. Ese vehículo “tendrá una depositaría suiza y una gestora andorrana”, aunque las fuentes solicitaban que no apareciera su nombre “hasta que el vehículo no esté autorizado por los reguladores”.
En los últimos tiempos, las entidades españolas han redoblado esfuerzos, especialmente mediante el registro de Sicavs luxemburguesas. Belgravia, A&G, Cartesio… son muchas las citadas que han comenzado a operar en ese destino o están redoblando esfuerzos allí. ¿El motivo?
La caída del secreto bancario de facto en toda Europa. Ello, unido al proceso de amnistía fiscal que está a punto de concluir en España, provoca que haya interés por captar un dinero que se regularizará con toda probabilidad, pero no está tan claro que se repatríe.
No volverá
Mucha inversión colocada allí no retornará hasta que desaparezcan con más claridad los riesgos de ruptura del euro. Pero lo cierto es que las entidades suizas tienen que 'ponerse las pilas'. “Su gran servicio era la discreción ante el fisco, cosa que cobraban más que generosamente. Ahora, no están en condiciones de asegurar eso”, comentaban, ante la disposición de Suiza a facilitar información a las Haciendas europeas o sustos como la lista de HSBC. Ya no está seguro el dinero libre de impuestos en Suiza o Luxemburgo. De esta manera, las firmas españolas acuden a competir allá ofreciendo precios “mucho más bajos” y “más calidad de gestión”.
Los expertos consultados señalan que los bancos privados internacionales “tenían en la opacidad fiscal su gran servicio, dando mucha menos importancia a la calidad de la gestión. Eran capaces de aplicar comisiones un 200%-300% superiores por servicios ordinarios. ¿Qué más daba que fueran más caros, si el inversor no pagaba impuestos? El verdadero valor ofrecido era el secreto ante Hacienda y eso ha terminado”. Ahora, las firmas españolas han encontrado una oportunidad que sólo el tiempo dirá si la pueden aprovechar.
Proceso inverso
Las firmas suizas y andorranas que no estaban presentes en España han aterrizado en el último año y medio, sobre todo a través de compras de pequeñas gestoras locales. Todo ello, para dar servicio en origen a los clientes españoles que irán repatriando capital.
Por otro lado, muchas firmas domésticas están saliendo para crecer en Suiza y Luxemburgo, captando clientes que regularicen voluntariamente su situación con Hacienda pero a la vez seguirán manteniendo el capital fuera. Un proceso inverso al de los grupos internacionales que trabajaban en los antiguos paraísos fiscales.
Será interesante ver qué cantidad de dinero regresa y qué monto permanece fuera. Asimismo, también serán dignas de mención las cifras finales tanto de la amnistía fiscal como de la regularización voluntaria. Algunas firmas consultadas señalan que “nuestros clientes se están acogiendo más al modelo voluntario que al especial (amnistía) ya que les sale menos a pagar debido a las minusvalías sufridas en cartera”.
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