La petrolera española Repsol ha mostrado su disposición a negociar con Argentina "un acuerdo justo" de compensación por la nacionalización de su antigua filial argentina YPF decretada por el Ejecutivo del país suramericano en abril de 2012, según indicaron a Efe fuentes de la compañía. "Cuándo y dónde nos digan las autoridades argentinas estamos dispuestos a negociar un acuerdo justo por la expropiación de YPF", ha asegurado un portavoz de la empresa, al tiempo que ha insistido "en que el Ejecutivo de Argentina y la propia YPF conocen su voluntad de llegar una solución extrajudicial".
Sin embargo, tal y como informó Vozpópuli, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, considera que si bien hay voluntad política por parte de los Gobiernos español y argentino, es el presidente de Repsol, Antonio Brufau, quien no parece ahora muy receptivo.
Repsol, que recuerda que todavía no ha obtenido respuesta a su ofrecimiento, apela a la responsabilidad de las autoridades argentinas para llevar a cabo un proceso negociador que no puede avanzar sin la voluntad del Gobierno del país suramericano. Además, las mismas fuentes indican que la petrolera española ha movilizado en diversas ocasiones a sus equipos técnicos para analizar y buscar soluciones negociadas con Argentina.
Desde la petrolera señalan que, tal y como dijo el pasado mes de junio su consejo de administración, la empresa tiene una voluntad firme de llegar a un acuerdo "sin condiciones ni fechas exigidas por ninguna de las partes" basado en criterios objetivos y con las garantías que evite posibles contenciosos con terceros.
En aquel Consejo, Repsol rechazó por unanimidad una propuesta de compensación por un "valor nominal" de 5.000 millones de dólares, consistente en una participación minoritaria en una sociedad controlada por YPF, en la que el Gobierno argentino sobrevaloraba los activos a aportar y que suponía para la empresa española un compromiso de inversión en la zona de Vaca Muerta.
Repsol considera que dicha oferta quedó en evidencia por los términos del acuerdo alcanzado pocos días después entre YPF y Chevron, tanto en lo referente a la valoración de los activos (cinco veces menos) como por el otorgamiento a la petrolera estadounidense de una participación no societaria sino directa en los mismos, así como por el previo establecimiento por parte del Gobierno argentino de un elevado número de garantías y de un nuevo marco legal favorable.
En el mismo sentido, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, insistió en la reciente Cumbre Iberoamericana celebrada en Panamá en su intención de negociar, aunque puntualizó que la compañía no puede renunciar "a los derechos que le atañen en cuanto a la protección jurídica de sus intereses y tiene que apelar a las distintas instancias judiciales para proteger los mismos".
A pesar de todo, dijo entonces Brufau, la empresa "tiende la mano" al Gobierno para negociar un trato justo "para ser compensada por algo que era propiedad de Repsol".
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