Hace apenas dos semanas, Pedro Sánchez aseguró que la economía española iba "como una moto". Quizá se olvidó que la economía no son solo indicadores, también salarios. Ni corto ni perezoso, el presidente del Gobierno afirmó tajantemente en la III edición del foro "Fondos Europeos" de elDiario.es que “si alguien tiene una alternativa, que levante la mano y explique muy bien cómo va a mejorar estos datos y quién va a ser la persona responsable de esa tarea”.
Debe ser que en su garaje, el líder del PSOE y jefe del Ejecutivo nacional, tiene una Honda CB125R. El resto del país va con una scooter remendada. Claro está que la economía es una disciplina muy compleja, repleta de decenas de indicadores desconocidos para la ciudadanía media. Sin embargo, la Biblia de los españoles sigue siendo su nómina. Ese ingreso bancario que llega a fin de mes y con el que tratan de salir adelante de la mejor manera posible en tiempos de crisis como los que vivimos.
Y ahí, por desgracia, no hay moto que valga. Los salarios españoles están estancados, provocando una pérdida de poder adquisitivo que está haciendo mella en la sociedad. Lo dice el Instituto Nacional de Estadística, que ya ha publicado su Encuesta Anual de Estructura Salarial.
Los salarios españoles se estancan
Atendiendo a los datos expuestos por el INE en su encuesta, apreciamos que el sueldo medio anual de los españoles se fue hasta los 25.896 euros, lo que supone un crecimiento del 2,9% en 2021. El prisma positivo es que los sueldos medios brutos acumulan ocho ejercicios sin retrocesos. No obstante, esta única conclusión sería errónea y precipitada.
Si acudimos a la tabla de sueldos más frecuentes, llega la cruda realidad. El salario medio que más españoles perciben (563.384) es de 18.503 euros, solo un 0,1% más que antes de la pandemia sanitaria de la Covid-19. La caída no termina aquí. El siguiente salario más común se sitúa en los 16.487 euros brutos anuales, solo 1.367 euros por encima del Salario Mínimo Interprofesional de España, que es de 15.120 euros. Este lo cobran 560.327 personas en nuestra nación.
Un SMI, por cierto, que es el octavo de la zona euro, por detrás de Eslovenia (1.203,36 euros), y a años luz de naciones como Luxemburgo (2.387,40 euros), Alemania (1.987 euros) o Irlanda (1.909,70 euros). La dureza de los datos habla por sí sola. Esto, sumado a la mala calidad del empleo que actualmente en nuestro país y la terrible inflación que vivimos, ha generado una situación muy compleja para los españoles que quieren llegar con holgura a fin de mes.
Lecturas y análisis los hay por doquier. Desde los sindicatos, más en concreto UGT, se pide elevar los salarios de forma urgente. La subida del 2,9% choca frontalmente con la inflación media del 3,1%, rebajando en dos décimas el poder adquisitivo de los españoles.
La brecha salarial es algo muy a tener en cuenta. El salario más frecuente en España es un 28,5% inferior al medio, que es el anteriormente citado de 25.896 euros. Otra cuestión importante es por qué aceptamos o damos por sentado que un sueldo de 25K al año puede considerarse bueno, cuando el nivel de vida en pleno 2023 va por otra dirección bien distinta. ¿Cómo pretende el Gobierno que la gente viva con apenas 1150 euros al mes? ¿Esto es ir como una moto?
Desigualdad salarial en muchos frentes
El INE desgrana en su informe muchos apartados más relacionados con la desigualdad salaria. Por ejemplo, entre sectores. Mientras la actividad económica con mayor remuneración fue el suministro de energía con 52.985 euros de media, los asalariados de la hostelería se movieron en los 14.632 euros. Los trabajadores con contrato indefinido tuvieron un salario medio anual de 27.228 euros. Para los de contrato de duración determinada fue de 19.842 euros.
Del mismo modo, la ganancia media por hora a tiempo completo fue de 17,35 euros, mientras que a tiempo parcial fue de 11,59 euros. Respecto a Comunidades Autónomas, las que tuvieron los salarios medios anuales más altos fueron País Vasco (31.063 euros), Comunidad de Madrid (29.512) y Navarra (28.459). El descenso lo ocupan Extremadura (21.393), Canarias (22.466) y Andalucía (23.154).
Por último, el salario medio de los hombres fue de 28.388 euros, y el de las mujeres de 23.175. Esta distancia se acorta si son puestos laborales similares. Con el paso de los años, las diferencias entre sexos son mayores.
Queda claro que la economía española, lejos de rozar la excelencia, vive inmersa en la mediocridad. Mientras a nivel de desempleo, las cosas han mejorado bastante, la calidad de vida de los españoles y sus salarios se encuentran muy lejos de la realidad comunitaria de la Unión Europea a la que queremos acercarnos. Seguimos yendo en tractor, no en moto. Y seguirá siendo así mientras no aumente el poder adquisitivo de la gran mayoría de los españoles incrustados en la clase media y baja.
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