Economía

El dueño de Endesa ‘discute’ con Bruselas por su intervención del mercado eléctrico

Representantes de Enel se citaron el pasado viernes con el equipo de la comisaria Kadri Simson para debatir su plan de emergencia y para buscar soluciones a la falta de suministro de placas solares

La Comisión Europea desvelaba el pasado miércoles su plan de emergencia para reducir la factura de los consumidores. Una hoja de ruta que se fundamenta en reclamar una ‘contribución solidaria’ de las energéticas que operan con operadores fósiles y en intervenir el mercado eléctrico. Algo que ha querido discutir Enel. El dueño de Endesa se citó dos días después con los responsables energéticos de Bruselas para dejar clara su posición sobre este controvertido plan. 

El gigante energético italiano, que controla un 70% de Endesa, se vió con el director general de Energía de la Comisión Europea, Ditte Juul Jørgensen. Según describe la Comisión Europea en su registro de transparencia, la empresa y el funcionario europeo mantuvieron un debate sobre “las intervenciones de emergencia en los mercados de electricidad y gas”. 

La Comisión Europea defiende que los productores de electricidad con tecnologías inframarginales, como es el caso de Enel, han obtenido ganancias excepcionales. Los altos precios del gas han disparado el mercado de la electricidad, mientras que los costes de generación de las renovables o la nuclearse han mantenido bajos. Por ello, la Comisión propone limitar los ingresos de esta producción en 180 euros megavatio hora. 

“Cualquier ingreso por encima de este nivel será recaudado por los gobiernos de los estados miembros y redirigido a los consumidores de energía para aliviar el impacto de los altos precios de la energía”, explican desde Bruselas. Una medida que castiga a los 53 gigavatios (GW) de capacidad renovable instalados Enel, principalmente, en países europeos como Italia o Alemania. Sólo con Endesa, la energética italiana cuenta con 3,4 GW instalados de energía nuclear y 8,4 GW de renovables. 

Por lo tanto, la propuesta de la Comisión Europea afecta a una de las mayores eléctricas de la Unión Europea. No es de extrañar que, tras comentar esta medida con el director general de Energía, Enel revisase ese mismo viernes la propuesta con Stefano Grassi, miembro del equipo de la comisaria Kadri Simson. El dueño de Endesa también quiso plantear a ambos funcionarios europeos los problemas de suministros de material para construir sus plantas fotovoltaicas. 

Sólo con Enel y Endesa 

Tanto Ditte Juul Jørgensen como Stefano Grassi sólo han abierto la puerta de su despacho a Enel. Los representantes de la Comisión Europea no registran en su agenda ninguna otra reunión con competidores ‘jefe’ de Endesa como puede ser Iberdrola, la francesa Engie o la alemana E.ON. El propio director general de Energía no es la primera vez que se ve con la energética italiana este año. En julio, en Roma, ambas partes revisaron la preparación y el diseño actual del mercado eléctrico.

En estas actividades "para influir en las políticas de la Comisión y el proceso de toma de decisiones de la Unión Europea", tal y como describe Bruselas en su web, también aparece estos días la petrolera Shell. Antes de conocer el plan de intervención del mercado, Grassi y el equipo de Úrsula Von der Leyen debatieron con la petrolera británica la las medidas de suministro que maneja la Unión Europea de cara al invierno. 

Endesa entregará 3.750 millones de su beneficio a su dueño italiano hasta 2024
José Bogas, consejero delegado de Endesa (izq.) y Luca Passa, director general financiero (dcha.).Endesa

En su caso, según consta en el registro oficial, no se analizó la propuesta de la Comisión para las petroleras. Porque la Comisión quiere que estas empresas realicen un ‘aporte solidario’ por las ganancias generadas en 2022. El plan hace referencia a revisar los beneficios de 2022 en comparación con 2019, 2020 y 2021. Bruselas pretende implantar una contribución solidaria temporal sobre los beneficios extraordinarios generados por actividades en los sectores del petróleo, el gas, el carbón y la refinería.

Un tributo que sería recaudado por los estados miembros sobre los beneficios de 2022, que superan en más de un 20% los beneficios medios de los tres años anteriores. Grupos presión como FuelsEurope, donde se integran empresas como Repsol o Cepsa, ya han mostrado su descontento con este 'aporte solidario'. Aunque, en su caso, Bruselas todavía no les ha citado.

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