La 'nueva normalidad' de España tras el coronavirus ya está en marcha. Un reto para las grandes compañías que han encontrado en el teletrabajo su gran aliado y la vuelta al presencialismo con las medidas de seguridad se aventura difícil. Empresas como Endesa o Naturgy han decidido replicar al Gobierno y crear sus propias fases de 'desescalada' para la vuelta de sus trabajadores a la oficina.
Naturgy, con 5.466 empleados en España, ha creado un programa previo al retorno con 16.398 pruebas. La empresa ha dividido estas pruebas en dos grupos: servicios críticos, que se llevan realizando pruebas desde el pasado 27 de abril, y restos de empleados, que tendrán accesos a test a partir del 1 de julio. "El objetivo es detectar a aquellos empleados que hayan podido pasar ya la enfermedad y estructurar la vuelta a la normalidad con todas las garantías de seguridad y salud para sus empleados", explican desde la compañía.
En este sentido, la empresa que preside Francisco Reynés ha establecido un protocolo de retorno al centro de trabajo de cuatro fases. "Cerca de un 75% de la plantilla está teletrabajando desde el inicio de la crisis", recuerdan. La primera fase es para los empleados inmunes y se pone en marcha tres meses después de la finalización del estado de alarma, salvo necesidad inexcusable de realizar el trabajo en el centro de trabajo. La fase número dos, un mes después, es para empleados no inmunes menores de 47 años.
La tercera fase son seis meses después del estado de alarma, sobre el mes de diciembre, y se permite la incorporación de empleados no inmunes entre 47 y 60 años. Por último, a principios de 2021, se espera la incorporación de los trabajadores de Naturgy que no son inmunes, que superan los 60 años o que son personal sensible.
Diciembre para Endesa
Endesa ha replicado este modelo. Según comentan fuentes internas de la compañía, su plan retorno se divide en cuatro fases, pese a que el 30% de la plantilla ha mantenido su actividad durante la pandemia al ser personal "imprescindible". Tras esta primera fase de confinamiento sólo con la platilla clave, los trabajadores de la compañía afrontan en verano una segunda fase con puestos clave, pero que pueden compatibilizarlo con teletrabajo.
La compañía, que cuenta con 9.916 trabajadores en España, plantea un tercer escenario para la gran mayoría de sus empleados por diciembre, cuando el riesgo esté muy reducido y pueda recuperarse una actividad presencial mayor. La última fase de Endesa se iniciará cuando "ya no exista riesgo sanitario y puedan afrontar reuniones y encuentros de empleados", detallan fuentes de la empresa.
"Hubo un momento en el que 7.000 trabajadores de los cerca de 10.000 estuvimos teletrabajando", explican de manera oficial desde la compañía. "Paulatinamente se va incorporando personal en los puestos en los que es más necesario el trabajo presencial.Y la idea es que el 41% no vuelva hasta fin de año. Pero todo dependerá de cómo evolucione la pandemia", añaden.
Un sector "poco afectado"
Fuentes sindicales consultadas por este periódico explican que, debido a que las protecciones de seguridad se implantaron a tiempo, hay “muy pocos afectados” por el Covid-19 en las eléctricas.
En cuanto a su particular ‘desescalada’, desde los sindicatos insisten en que las fases, que suelen resumirse en cuatro, se están moviendo de forma constante, dependiendo de hasta cuándo se alargue el estado de alarma o las recomendaciones de espacio, por ejemplo, que implante Sanidad. No obstante, las fuentes consultadas temen que, al ser recomendación “haya un momento en que no se cumplan”, por no ser obligaciones.
En general, explican, en las oficinas de las eléctricas se está haciendo las pruebas serológica a las personas que van incorporándose, con las medidas de espacio indicadas. “De momento, la vuelta se está haciendo de una forma escalonada y por encima de las exigencias legales, por lo que estamos satisfechos”, apuntan.
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