Economía

Las tres energéticas rusas que vigila EEUU y que deben evitar las empresas españolas

Gazprom, Transneft y RusHydro se encuentran en el listado de 'señaladas' de la Casa Blanca. Tres gigantes del gas natural, los oleoductos y la electricidad que quedan censurados por la guerra de Ucrania

La guerra en Ucrania sale cara a las empresas rusas. Gazprom, Transneft y RusHydro son el tridente de energéticas que Estados Unidos ha incluido en su listado de empresas señaladas por la intervención militar del Gobierno de Vladimir Putin. Tres energéticas con amplías relaciones comerciales en Europa y que, tras la decisión de la Casa Blanca, ponen en alerta a las compañías españolas.

"Hemos decidido imponer nuevas restricciones de deuda y capital en trece de las principales empresas y entidades rusas más críticas", explicaba la pasada semana la Casa Blanca. "Esto incluye restricciones a todas las transacciones, provisión de financiamiento y otras transacciones con deuda nueva de más de 14 días de vencimiento y nuevas acciones emitidas por trece empresas y entidades estatales rusas", añadía.

Entre estas trece empresas se encuentran Gazprom, que es la compañía de gas natural más grande del mundo, Transneft, el gigante estatal ruso de los oleoductos, RusHydro, que es una de las compañías eléctricas más grandes de Rusia. "Estas entidades, incluidas empresas críticas para la economía rusa con activos estimados de casi 1,4 billones de dólares, no podrán recaudar dinero a través del mercado estadounidense, una fuente clave de capital y generación de ingresos, que limita la capacidad del Kremlin para recaudar dinero para su actividad", censuraba el Gobierno de Biden.

Un listado donde destacan otros gigantes como Alrosa, la mayor empresa minera de diamantes del mundo. "Varios bancos rusos han sido retirados del sistema de pagos de la Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales (Swift). posiblemente una de las sanciones más severas hasta la fecha", recuerdan los analistas de Schroders. "Es la principal forma en que Rusia realiza transacciones con sus clientes del sector del petróleo y el gas. La retirada de Swift significa que los bancos rusos afectados necesitarán otras formas de comunicarse con otros bancos", detallan.

"Las sanciones no tienen un objetivo de parar la guerra, sino de desgastar la ya tocada economía rusa", explica por su parte el equipo de gestión de Portocolom AV. "Si la economía rusa colapsa la principal pérdida para el continente europeo sería que el flujo de petróleo y gas se interrumpiera. Todavía no hay sanciones a las exportaciones rusas de petróleo y gas, pero la posibilidad está ahí", matizan.

Dependencia de estas energéticas

El bloqueo a estos grandes operadores rusos y el posible cierre del suministro del país provoca un shock en el mercado. Sobre todo, en el mercado del gas. En los últimos cinco años, las importaciones rusas han representado un tercio (25-42%) del suministro de gas a Europa. "Sin embargo, en lo que va de 2022 han bajado a solo el 17% porque ha crecido la llegada de gas natural licuado (GNL) por mar. La benignidad del clima en Asia en las últimas semanas ha reducido su demanda y permitido que creciera el número de buques que han descargado en Europa", comentan los analistas del Grupo ASE.

Los analistas destacan que el GNL no puede sustituir al gas ruso porque requiere de un proceso de regasificación, limitado por el número de instalaciones existentes. El 25% de la capacidad regasificadora de Europa está en España, pero está muy poco interconectada con el resto de la UE. Europa depende del gas de Rusia, que llega mayoritariamente por Ucrania, por lo que la integridad de su infraestructura está actualmente en riesgo. Además, podría ser usado como “arma estratégica”. Ese temor ha disparado la volatilidad de su precio.

La invasión rusa de Ucrania disparó los precios de los mercados energéticos europeos más de un 50%. El 24 de febrero la cotización spot de gas del TTF, referencia gasística europea, subió hasta los 123,56 euros /MWh (desde los 89,01 euros/MWh del día anterior). Al día siguiente, visto el normal funcionamiento de suministro ruso, los precios del gas y de la electricidad cayeron un 30% en Europa. Aun así, y a medida que el conflicto se ha ido endureciendo, "toda la curva de precios del gas de 2022 ha subido más de un 40%", comentan los analistas.

De momento, las exportaciones rusas por gaseoducto de estas energéticas han aumentado de forma notable, pero no por causas geopolíticas sino económicas. Por la mayor llegada de GNL (por la menor demanda actual desde Asia) y porque la subida del mercado diario (spot) de gas ha hecho más atractivos los precios de los contratos a largo plazo con Gazprom. Pero, ante este escenario de sanciones, cualquier acuerdo con estas empresas puede paralizar aún más el suministro.

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