El precio de la luz ha lastrado a las grandes potencias europeas en la segunda mitad de 2021 frente a las principales economías del resto del mundo. Un escenario que ha provocado que España haya cerrado el año como el tercer país con el precio mayorista de la electricidad más, sólo superado por Francia y Alemania
Según el reciente informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), el podio de este listado de grandes economías está monopolizado por los países europeos porque han sido los más afectados por el descontrol en el precio del gas y el mercado de las emisiones de CO2, que se han duplicado en comparación con 2020. Estos tres países, junto a Reino Unido, vivido niveles en la cotización mayorista de la electricidad en los últimos tres meses del años que han sido cuatro veces más altos que el promedio del cuarto trimestre de los cinco años anteriores.
El precio diario de la electricidad de diciembre en el mercado mayorista (POOL) español cerró en 239,16 euros/MWh, tal y como señalaban los analistas del Grupo ASE. Un precio que supone un aumento del 23,64% respecto a noviembre y que superaba en un 469,84% la media de diciembre de 2020. El promedio de 2021 en España se situó en 111,34 euros/MWh, un 141,3% por encima de su promedio de los últimos cinco años.
"Esperamos que la producción de energía renovable crezca en España alrededor de un 7% anual entre 2022 y 2024", comenta en su informe la AIE y que serán un factor determinante para que empiecen a bajar los precios. "Junto con un crecimiento esperado de la demanda cercano al 1% durante ese período, esperamos que la generación con emisiones disminuya un 7,5% en promedio anual, reemplazada por energías renovables. En consecuencia, las emisiones caen casi un 50% hasta 2024 en comparación con el nivel previo a la pandemia de 2019", añaden desde la agencia internacional.
España, en el podio
La Agencia Internacional de Energía comparte en este informe una gráfica donde evidencia el impacto que ha tenido estos precios mayoristas en España, Francia o Alemania frente a otras economía como Estados Unidos, Japón, India o Australia durante 2021.
Los únicos 'picos' de precios que eclipsan lo vivido en los países europeos son los registrados tanto por el mercado estadounidense como por el japonés durante sus particulares 'filomenas', donde las olas de frío dispararon la demanda descontrolando puntualmente sus precios. A lo largo del año sus precios se fueron moderando frente al descontrol de mercados como el español, el alemán o el francés, que cerraron el año siete veces más caros de los que se pagaba en el arranque de 2016.
El gas seguirá alto
La AIE espera que los precios del gas sigan "relativamente" altos a lo largo de 2022. El carbón espera que mantenga su importancia durante el año, con una leve reducción en la generación del 3%. Aunque sí espera que en 2023 se desplome la producción con este fósil un 15%) y un 13% en 2024.
"Esto se deberá a la caída de los precios del gas y al menor crecimiento de la demanda", matizan desde la agencia internacional. "El gas se beneficiará de su mayor competitividad en el mercado frente al carbón en 2023, cuando su generación aumente un 7%. Pero a medio plazo ambos será desplazados por las renovables", recuerdan.
En 2021, la Unión Europea presentó unas reformas en su mercado de emisiones como una de las principales armas de su paquete Fit for 55. Estos cambios tiene como objetivo alinear a los países miembros con los nuevos objetivos de emisiones para 2030, que pretende reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % con respecto a los niveles de 1990 frente al 40% anterior.
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