El Gobierno español ha manifestado este miércoles su rechazo a la propuesta de la Comisión Europea por la que todos los países de la Unión Europea reduzcan voluntariamente un 15% su consumo de gas hasta la próxima primavera para prepararse ante un posible corte del suministro ruso.
"Defendemos los valores europeos, pero no podemos asumir un sacrificio sobre el que ni siquiera nos han pedido opinión previa", ha dicho en rueda de prensa la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que cree que la idea "no es necesariamente la más eficaz, ni la más eficiente, ni la más justa". “España ha hecho los deberes, gastando más que otros países, para garantizar la seguridad del suministro. España es la puerta de entrada de más del 30% del gas natural licuado (GNL) de Europa. Pase lo que pase, las familias españolas no van a sufrir cortes de gas y electricidad. Nos resistiremos a la imposición de obligaciones que están por encima de lo que se les exige a otros socios. Iremos con una propuesta propia al Consejo de Ministros de Energía” de la próxima semana.
Ribera ha destacado la voluntad de España de colaborar, pero al igual que hicieron los países del Norte de Europa cuando reprocharon al Sur vivir por encima de sus posibilidades en la pasada crisis financiera que dio lugar al rescate de Grecia y Portugal, y de las cajas de ahorro españolas, ha remarcado que no tiene por qué sufrir racionamientos como los de Alemania o el resto de países del Norte, dependientes del gas ruso. “Queremos ayudar, pero que no se nos impongan soluciones que no son ajustadas ni eficaces para lo que se pretende. España lleva dos décadas pidiendo que se cumplan las obligaciones de interconexión, bien a través de las medidas ordinarias o de las extraordinarias que se invocan hoy, y a pesar de ello ha habido una inacción de la UE. Por eso somos una casi isla energética, lo que limita la capacidad de ayudar”.
Ribera ha añadido que la propuesta de Bruselas podría ser "un punto de partida" pero no "un punto de llegada" para poner en marcha medidas pero con el consenso de todos los países ante una "ausencia clara de diálogo, clamorosa, que debe ser corregida cuanto antes". "Lo primero que uno debe hacer cuando necesita apoyo y ayuda es trabaja con aquellos a quienes pide apoyo y ayuda", ha insistido Ribera, quien incluso ha planteado que "un asunto tan importante como este merece la atención de los jefes de Estado y de Gobierno y no solo de los ministros de Energía", ha añadido. "Reducir de forma homogénea sin tener en consideración cual es el mix, que por cierto es responsabilidad de cada Estado Miembro desde el punto de vista de los impactos. Si la UE debería renunciar al 15% de la demanda España, Francia y Portugal contribuirían manteniéndose en un crecimiento cero", ha defendido.
"No se nos puede pedir un sacrificio desproporcionado. La situación de cada país es distinta, resultado de esfuerzos pagados por los consumidores domésticos e industriales. Nuestra capacidad de almacenamiento está en el 80% y la del resto de Europa en el 50%, gracias a las inversiones acometidas en los últimos 25 años. Disponemos de más de un tercio de la capacidad de regasificación y almacenamiento de Europa. Ya hemos aplicado un plan invernal. Hemos conseguido una posición que nos permite decir que la propuesta de la Comisión no es la más eficaz, ni la más justa. Reducir de forma homogénea la demanda de gas sin tener en consideración el mix energético, responsabilidad de cada estado, no necesariamente es una propuesta neutra”, ha incidido la ministra. Por todo ello, España espera que se rebajen esas exigencias del 15% del consumo de gas al 10% como consecuencia de la capacidad española de reexportación de gas a Europa.
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