El gas natural se ha convertido en los últimos años en un recurso estratégico de alto nivel que está provocando un aumento de las tensiones geopolíticas en varias regiones del mundo.
Desde el año 2020, el mercado del gas natural ha experimentado una serie de vaivenes importantes producidos por la caída de la producción debida a la falta de demanda originada por la pandemia de la covid-19 en 2020, el efecto rebote producido en 2021 debido a la recuperación parcial de la actividad y la guerra de Ucrania, junto con la reapertura del mercado chino al mundo tras su dura política anti-covid en 2022.
China tiene como objetivo principal poner su locomotora en funcionamiento para alcanzar cifras pre-covid. Y para ello necesitará ingentes cantidades de recursos energéticos, entre los cuales se encuentra el gas natural, algo que sin duda influirá en el mercado del gas durante los próximos meses.
En este contexto, la Unión Europea sigue haciendo los deberes para poder atravesar el invierno de 2023-2024 sin problemas de suministro, y a unos precios asequibles para los bolsillos de los ciudadanos.
Medidas tomadas en 2022
En el año 2022, sobre todo a raíz de la invasión rusa de Ucrania, los precios del gas natural se dispararon y el abastecimiento de este recurso se puso en serio peligro para varios países dependientes del gas ruso como Alemania, Italia o Polonia, principalmente debido al clima de tensión comercial con Rusia.
La Unión Europea tuvo que actuar de manera urgente para, en primer lugar, garantizar el suministro de gas natural para el ejercicio 2022, sobre todo en invierno, y en segundo lugar, acudir al mercado gasístico a precios contenidos.
Para garantizar el suministro de gas natural para los países miembros, la Unión Europea, a través del Parlamento y el Consejo, aprobó un reglamento que obligaba a los países miembros a aprovisionar y mantener reservas de gas natural antes del invierno de 2022-2023 como mínimo al 80%, mientras para los inviernos 2023-2024 y siguientes, el porcentaje debía ser de al menos el 90%.
Además, en dicho reglamento se presentaba un mecanismo que estipulaba que si un país miembro necesitase gas natural, el resto de los países tendría que enviar parte de sus reservas gracias al mecanismo de solidaridad.
Gráfico: Variación del nivel de almacenamiento de gas (%) en la UE en los últimos años. Inventario de almacenamiento de gas de la UE
Asimismo, la Comisión Europea puso en marcha en mayo de 2022 un ambicioso plan denominado REpowerEU dotado con 100.000 millones de euros. Con esta iniciativa pretende reducir rápidamente la dependencia que presentan los países comunitarios de los combustibles fósiles rusos y persigue acelerar el camino hacia la transición ecológica gracias a las energías renovables y a la eficiencia energética.
Esquema: acciones del Plan REpowerEU. Comisión Europea
Una plataforma conjunta de compra de gas
La Comisión Europea ha creado la Plataforma de la Energía de la UE, un sistema que permite la compra conjunta de gas natural por parte de empresas comunitarias, así como las partes contratantes de aquellos países que conforman la llamada Comunidad de la Energía (Albania, Bosnia y Herzegovina, Georgia, Kosovo, Moldavia, Montenegro, República de Macedonia del Norte, Serbia y Ucrania).
Sus objetivos principales son evitar cualquier tipo de volatilidad de precios de este recurso energético, garantizar el suministro para el funcionamiento de los principales sectores económicos, así como facilitar el acceso a este recurso para pequeñas empresas y regiones con ciertas limitaciones como falta de acceso al mar, aumentando de esta manera la seguridad energética en Europa.
Para hacerlo realidad se diseñó en 2022 un mecanismo conocido como AggregateEU, que tiene su origen en el reglamento de solidaridad. Consiste en casar la demanda de gas natural por parte de empresas comunitarias y partes contratantes de los países de la Comunidad de la Energía con la oferta de los operadores de este recurso a nivel internacional, para posteriormente llegar a una serie de acuerdos privados a precios contenidos.
El nivel de intervención de la Comisión Europea en AggregateEU será mínimo, ya que se limitaría a dar transparencia de los acuerdos que se cierren entre proveedores y empresas en cuanto a precios y volúmenes de transferencia para evitar posibles especulaciones.
AggregateEU ha comenzado a operar a finales del mes de abril de 2023, y presenta una periodicidad de cruce de operaciones bimensual, por lo que se realizarían al menos seis cruces al año.
Respecto a las fases de AggregateEU, se comenzará mediante el registro de manera gratuita por parte de las empresas y partes contratantes que demandan gas natural en base a sus previsiones, pasando por una agregación de dicha demanda con la oferta más competitiva en ese momento y finalizando con el cierre de acuerdos.
Una cuestión importante es que los operadores de gas que acudan a AggregateEU no pueden ofrecer gas procedente bien directa o indirectamente de Rusia.
Además, según el reglamento de solidaridad los países comunitarios deben aportar a AggregateEU un 15% del 90% comprometido de sus reservas para el invierno 2023-2024 como si fueran un operador más.
El caso de España
España se encuentra en una situación privilegiada dentro del sector del gas natural a nivel europeo. Una de las fuentes de este recurso proviene del gas natural licuado (GNL), principalmente de Estados Unidos, Catar y Nigeria, que en la actualidad representa un 47% del mercado mundial de gas.
España, según datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, tiene el 37% del GNL almacenado de toda Europa, siendo el principal hub (mercado organizado) en esta región. Sin olvidar que es líder en la Unión Europea gracias a sus seis plantas de almacenamiento y regasificación de GNL, con una capacidad de almacenamiento de 540.000 m³ y una capacidad de regasificación de 1.800.000 m³/h.
Además, hay que destacar que España está llevando a cabo reformas estructurales relacionadas con la transición energética, como el Proyecto Estratégico de Recuperación y Transformación Económica en Energías Renovables, Hidrógeno Verde y Almacenamiento (PERTE ERHA) derivado del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Este proyecto presenta entre sus objetivos la reducción del uso de combustibles fósiles como el gas natural, no solo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para reducir la dependencia de terceros países respecto a este tipo de recursos.
Asimismo, a través del Real Decreto-ley 6/2022, de 29 de marzo, por el que se adoptan medidas urgentes en el marco del Plan Nacional de respuesta a las consecuencias económicas y sociales de la guerra en Ucrania, el Gobierno de España modificó los artículos 2 y 17 del Real Decreto 1716/2004, de 23 de julio, incrementando la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad de 20 a 27,5 días de ventas o consumos firmes. Obligación que se ha regulado en la reciente Orden Ministerial TED/72/2023, de 26 de enero, por la que se desarrollan los procedimientos necesarios para el cumplimiento de la obligación de mantenimiento de existencias mínimas de seguridad de gas natural.
Dicho esto, España no debería tener grandes problemas para afrontar el invierno de 2023-2024 gracias a su posición relevante en el mercado europeo del gas en cuanto a almacenamiento y regasificación, así como a la aplicación de políticas de diversificación energética que está llevando a cabo en la actualidad.
Además, no hay que olvidar que generalmente los inviernos en la península ibérica no son tan crudos como los que se pueden producir en regiones del centro y norte de Europa, por lo que la dependencia de este recurso es limitada.
Javier Sánchez Prieto, Director Académico Máster Universitario en Energías Renovables UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja y José Luis de Vicente Romeral, Profesor del Máster Universitario en Energías Renovables en UNIR, UNIR - Universidad Internacional de La Rioja
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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