Energía

Festivales veteranos como BBK y FIB sientan las bases en el sector para la reducción de la huella de carbono

Las citas musicales del verano, con protagonismo de algunos de los festivales más veteranos del país que acumulan cerca de treinta ediciones a sus espaldas y que forman parte de la historia de la música en vivo en España, conllevan un impacto social y m

Las citas musicales del verano, con protagonismo de algunos de los festivales más veteranos del país que acumulan cerca de treinta ediciones a sus espaldas y que forman parte de la historia de la música en vivo en España, conllevan un impacto social y medioambiental que los organizadores están tratando de paliar con soluciones sostenibles concretas para reducir su huella de carbono.

Es el caso del Festival Internacional de Benicassim (FIB), uno de los primeros en ofrecer el formato actual de festival, que ha cumplido este año su 28º aniversario. Este evento ha conseguido minimizar en esta edición su huella de carbono al evitar la emisión de más de 31 toneladas de CO2 a la atmosfera a través de su alianza con Repsol.

La empresa abasteció al festival de energía durante los tres días proveniente de más de 11.000 litros de combustible 100% renovable, instaló placas solares para la recarga de móviles y recuperó cerca de 1.300 litros de aceite de cocina usados en los foodtrucks del recinto para reutilizarlos para su posterior transformación en combustibles renovables.

El Bilbao BBK Live, otro de los festivales decanos de España, también ha logrado reducir su huella de carbono por encima del 90% en su décimo octava edición al introducir también soluciones energéticas descarbonizadas de Repsol adaptadas a las características del festival bilbaíno.

Aprovechando recursos como el sol, el viento o la biomasa con la que se producen los combustibles renovables (desde aceite de cocina hasta desechos de animales), la compañía energética consiguió abastecer a los treinta generadores del recinto y reducir las 150 toneladas de CO2 estimadas para un evento de su envergadura en alrededor de 10 toneladas.

Adicionalmente y de forma pionera, Repsol desplegó un proyecto piloto formado por dos aerogeneradores y 300 metros cuadrados de placas fotovoltaicas que suministró energía a uno de los escenarios del festival bilbaíno (Txiki) y que servirá de ejemplo para otros eventos.

Los más jóvenes

Las acciones que están llevando a cabo los festivales más veteranos en los últimos años están siendo un referente para otros eventos que han llegado después y que en pocos años ya despuntan en el panorama de la música en vivo, como por ejemplo el Arenal Sound. Se trata de uno de los festivales más masivos del país desde sus inicios en 2010 y se prevé que supere este año los más de 300.000 asistentes del año pasado.

Arenal Sound ha arrancado estos días con una propuesta sostenible con la que evitará la emisión de más de 83 toneladas de CO2. Repsol también será el encargado de abastecer con más de 30.000 litros de HVO para los grupos electrógenos de todo el macroevento. Al igual que en otros festivales, la energética reutilizará los 600 litros que espera recoger de los foodtrucks instalados en el recinto e incorporará estaciones de carga del móvil con energía solar y recreativos.

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